En un movimiento que marca un cambio estratégico en la política de financiamiento internacional de Colombia, el presidente Gustavo Petro anunció este viernes desde Shanghái la radicación formal de la solicitud de ingreso del país al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por sus siglas en inglés), la institución financiera multilateral creada por las economías emergentes del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
La declaración del mandatario tuvo lugar tras una reunión oficial con Dilma Rousseff, presidenta del NDB y expresidenta de Brasil, durante la visita de Estado de Petro al gigante asiático. La solicitud fue presentada a través de una carta firmada por el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, que expresa el interés de Colombia de ser admitida como miembro prestatario del banco.
Panorama general: En su misiva, el Gobierno colombiano se compromete a suscribir 5.125 acciones del capital autorizado del NDB, lo que representa un capital suscrito total de 512,5 millones de dólares (aproximadamente 2,1 billones de pesos). De esta cifra, 410 millones de dólares corresponderían a capital exigible —utilizado como garantía— y 102,5 millones de dólares a capital pagado, es decir, recursos que Colombia aportaría en efectivo.
Según el cronograma, el primer pago se realizaría en los seis meses siguientes a la entrega del documento de adhesión al Gobierno de Brasil, sede fundadora del banco.
Este paso representa una clara apuesta del Ejecutivo colombiano por diversificar sus fuentes de financiamiento, alejándose parcialmente de instituciones tradicionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial. El objetivo: obtener créditos con condiciones más favorables, sin vetos ni condicionalidades, para financiar proyectos de infraestructura, energías renovables, salud, tecnología, entre otros sectores estratégicos.
Por qué es importante: Durante el Foro China-CELAC, que coincidió con la visita de Petro a China, Rousseff destacó que el NDB “fue concebido para apoyar el desarrollo en el sur global, sin vetos, sin condicionalidades y con respeto a la soberanía nacional”. Subrayó que el banco es el primer organismo multilateral establecido por y para países en desarrollo y mercados emergentes.
Hasta la fecha, el NDB ha aprobado 122 proyectos por cerca de 40 mil millones de dólares, y según Rousseff, casi un tercio de las operaciones y captaciones del banco se realizan ya en monedas locales, lo que ofrece una mayor estabilidad cambiaria y menos dependencia del dólar.
Una plataforma para la cooperación Sur-Sur
La posible adhesión de Colombia al NDB permitiría al país insertarse en una arquitectura financiera global en transformación, en la que las economías del sur buscan mayor autonomía y representación en la toma de decisiones.
Además de acceso a créditos más accesibles, esta participación fortalecería los lazos económicos y comerciales con potencias emergentes como China, India y Brasil, abriendo puertas para la inversión extranjera directa, transferencia tecnológica y alianzas estratégicas.
El Gobierno colombiano también contempla que esta entrada pueda tener un impacto positivo en el sector privado nacional, al facilitar la financiación de proyectos innovadores y sostenibles que hoy enfrentan restricciones por parte de los bancos tradicionales.
¿Qué son los BRICS y el Nuevo Banco de Desarrollo?
Los BRICS son una alianza de potencias emergentes fundada en 2010 que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. En enero de 2024, se unieron al grupo como miembros plenos Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. Además, desde octubre de 2023, se creó la categoría de «Estados miembros asociados», destinada a países que no pertenecen oficialmente al bloque pero que cuentan con el respaldo de los países miembros.
El NDB, fundado en 2015 con sede en Shanghái, ha aprobado cerca de 39 mil millones de dólares en proyectos y enfoca su acción en 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por Naciones Unidas. Sus áreas prioritarias incluyen energía limpia, transporte, agua, protección ambiental, infraestructuras sociales y digitales.
Hasta diciembre de 2024, 13 países han sido aceptados como estados miembros asociados, entre ellos Bolivia, Cuba, Turquía, Indonesia y Vietnam.
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