La inteligencia artificial (IA) genera una mezcla de entusiasmo y nerviosismo a nivel mundial, y Colombia no es la excepción. Según una encuesta reciente de Ipsos, el 62 % de los colombianos se siente entusiasmado con los productos y servicios que utilizan IA, lo que coloca al país entre los más optimistas de la región. Sin embargo, un 45 % de los encuestados también manifestó preocupación, lo que refleja una percepción dual sobre el impacto de esta tecnología en la vida cotidiana y el trabajo.
Panorama general: Colombia se encuentra en línea con otras naciones de Sudamérica, como México y Perú, que también mostraron altos niveles de entusiasmo (74 % y 72 % respectivamente). Estos países ven en la IA una oportunidad para mejorar su competitividad y avanzar en áreas como la automatización, los servicios digitales y el crecimiento empresarial. Sin embargo, la prudencia también está presente, ya que la adopción masiva de IA plantea dudas sobre la privacidad, los sesgos en los algoritmos y la posible automatización de empleos.
Encuesta de Ipsos: El 62 % de los colombianos está entusiasmado con la inteligencia artificial
En palabras de uno de los encuestados colombianos, «la IA trae grandes beneficios para mejorar nuestra calidad de vida, pero también me preocupa que algunas profesiones desaparezcan». Este tipo de reflexiones son comunes en Colombia, donde los avances tecnológicos son bien recibidos, pero con una conciencia sobre sus potenciales riesgos.
Por qué es importante: A nivel global, Tailandia lidera el ranking de entusiasmo, con un 80 % de su población optimista sobre la IA, seguida de Corea del Sur e Indonesia con un 76 % y 75 % respectivamente. En contraste, países como Suecia, Bélgica e Irlanda se muestran mucho menos entusiasmados, reportando escaso impacto de la IA en sus vidas diarias y en sus trabajos.
Uno de los factores que influye en la percepción de la IA es el nivel de conocimiento que las personas tienen sobre esta tecnología. En países donde la población se siente más informada sobre los productos y servicios basados en IA, como en muchas naciones asiáticas y sudamericanas, el entusiasmo tiende a ser mayor. En cambio, donde los conocimientos son más limitados, como en Suecia o Australia, el nerviosismo y la desconfianza predominan.
Detalles:
En Colombia, aunque la población se muestra optimista, es fundamental continuar educando sobre el uso de la IA, sus ventajas y riesgos. El país, que avanza en el ámbito tecnológico y de innovación, tiene una gran oportunidad de capitalizar este entusiasmo, pero deberá hacerlo con responsabilidad, asegurando que los beneficios de la IA se distribuyan de manera equitativa y que los riesgos se gestionen adecuadamente.