En un movimiento que revela las complejidades de la relación comercial entre Colombia y Estados Unidos, el gobierno colombiano propondrá este jueves el aplazamiento de la entrada en vigor de una normativa que excluye los estándares de certificación en la importación de vehículos estadounidenses, en un intento por evitar represalias económicas por parte de la primera potencia mundial.
Panorama general: La propuesta será presentada formalmente durante una reunión clave en Washington entre la ministra de Comercio (e), Cielo Rusinque, el embajador de Colombia en EE.UU., Daniel García-Peña, y el embajador Jamieson Greer, director de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR).
Según Bloomberg Línea, la iniciativa busca congelar la normativa prevista para entrar en vigor el próximo 2 de mayo, la cual establece que Colombia dejará de reconocer las certificaciones de seguridad vehicular bajo el sistema estadounidense Federal Motor Vehicle Safety Standards (FMVSS), y solo aceptará los estándares de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE).
Colombia busca aplazar normas de importación de vehículos
La normativa ha generado una fuerte reacción por parte de EE.UU. En una carta enviada el pasado 11 de abril a la ministra Rusinque, el embajador Greer advirtió que, de mantenerse la medida, su país podría suspender la exportación total de vehículos hacia Colombia, una amenaza que encendió las alarmas en Bogotá.
“La insistencia de Colombia en cambiar los requisitos de certificación para los vehículos […] sin proporcionar pruebas de que el método actual no cumple con los objetivos de seguridad, es una práctica comercial desleal”, afirmó Greer en la misiva. También advirtió que ello “puede generar una rápida acción coercitiva por parte de EE.UU.”.
La preocupación de Washington no es menor: el comercio de vehículos y componentes entre ambos países representa una parte significativa del intercambio bilateral, que supera los US$700 millones anuales.
Por qué es importante: El embajador García-Peña confirmó durante la Cumbre de los 70 años de la Cámara de Comercio Colombo Americana, celebrada en Bogotá, que su viaje junto a la ministra Rusinque busca llevar un mensaje claro: “Queremos resolver el asunto, mirar cómo lo logramos y resolver las inquietudes legítimas que tienen los norteamericanos”.
Durante el evento, tanto García-Peña como Rusinque evitaron referirse a detalles específicos de la propuesta de aplazamiento. Sin embargo, la ministra aseguró que se han mantenido reuniones de alto nivel con EE.UU. para abordar distintos temas de la agenda comercial, incluyendo mejores condiciones para las exportaciones colombianas de acero, aluminio y biodiesel, así como una agilización de los procesos de admisibilidad sanitaria.
“Para Colombia es fundamental esta relación bilateral”, afirmó Rusinque, añadiendo que es necesario avanzar también en los intereses del país, como el acceso real al mercado de contratación pública estadounidense y la expansión del comercio de servicios.
Detalles: El paso atrás en la implementación de la normativa podría ser leído como un gesto de pragmatismo por parte de Colombia, ante la posibilidad de represalias comerciales que afectarían la economía nacional. Aunque no está claro aún si EE.UU. aceptará el aplazamiento, la propuesta de Colombia busca abrir un espacio de diálogo técnico que permita encontrar una solución consensuada.
Desde el Ministerio de Comercio, indicaron que la medida ha sido objeto de seguimiento y revisión técnica con las entidades competentes, “siempre buscando dar cumplimiento a nuestros compromisos y verificando lo que corresponde a las medidas de defensa comercial”.