Con menos de siete años de reservas de petróleo y apenas seis años de reservas de gas, Colombia enfrenta una crisis energética que plantea riesgos estructurales para su autosuficiencia, su estabilidad fiscal y su crecimiento económico. El aumento de las importaciones de gas, la caída en la exploración y la incertidumbre regulatoria han reabierto el debate sobre el futuro del sector de hidrocarburos en Colombia y su papel en la seguridad energética del país.
Este contenido hace parte de la Revista 360 – Edición 10: El año de las Decisiones, producto periodístico anual y exclusivo de 360 Radio, que analiza los sectores estratégicos y los liderazgos que marcaron la agenda económica y energética de Colombia en 2025.
Crisis energética en Colombia: reservas, autosuficiencia e inversión
En entrevista con Revista 360, Frank Pearl, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, expone los factores que explican la crisis energética, alerta sobre las implicaciones de importar gas más costoso y con mayor huella de carbono, y plantea la necesidad de convertir el sector en una verdadera política de Estado.
Además, analiza los riesgos para 2040 y 2050, el impacto fiscal de los hidrocarburos y las condiciones necesarias para reactivar la inversión en exploración petrolera y gasífera, insistiendo en que, pese al entorno retador, Colombia sigue siendo un mercado atractivo para inversionistas con visión de largo plazo.
Revista 360: En la VIII Cumbre de Petróleo, Gas y Energía se advirtió sobre una posible crisis energética en Colombia. ¿Cuáles son los factores que la explican y qué han identificado desde la Asociación de Petróleo y Gas?
Frank Pearl: La advertencia parte de un dato estructural: hoy Colombia tiene menos de siete años de reservas de petróleo y seis años de reservas de gas. En el caso del gas no es un problema nuevo. En 2012 contábamos con 11 años de reservas y, durante los últimos catorce años, esas reservas han venido disminuyendo año tras año. Frente a esa realidad, nuestra propuesta es clara: primero, declarar el sector de hidrocarburos como sector estratégico nacional y convertirlo en una verdadera política de Estado, no de gobierno.
Segundo, darles prioridad a los proyectos costa afuera y declararlos de interés nacional, para que las entidades hagan a tiempo los trámites que se requieren, en especial el proyecto de Ecopetrol y petroleras que podría triplicar las reservas actuales. Tercero, resolver los temas de tarifas de transporte. Cuarto, avanzar en las interconexiones. Y quinto, “anillar” el sistema para que el gas llegue a precios razonables a más regiones del país.
Revista 360: ¿Qué implicaciones tiene para el país que, aun con esa riqueza, se esté importando más gas?
Frank Pearl: Este año importamos el 17% del gas que consumimos; es el primer año en que Colombia tuvo que traer gas del exterior para atender la demanda esencial. El año entrante vamos a importar cerca del 25% del consumo de gas. ¿Qué significa eso? Que estamos trayendo un gas que es dos o tres veces más caro que el que producimos aquí, y que además proviene de proyectos en los que no hay inversión en Colombia, no generan empleo, no pagan impuestos ni regalías en el país.
Importarlo también implica una mayor huella de carbono. Si el argumento para frenar la actividad local fuera ambiental, sería un argumento equivocado, porque el efecto que se está generando es exactamente el contrario.
Revista 360: ¿Cuál es el panorama específico del petróleo y qué riesgos ve hacia 2040 y 2050?
Frank Pearl: El Marco Fiscal de Mediano Plazo trabaja con unas proyecciones de 750.000 barriles diarios, que es más o menos donde estamos hoy. Pero los campos en Colombia están declinando y las metodologías de recobro mejorado no han alcanzado los porcentajes óptimos. Eso significa que, a partir de 2027, la producción va a empezar a declinar.
Si la producción cae, enfrentamos varios problemas: hacia 2040 no tendríamos petróleo suficiente para cargar nuestras refinerías y, para 2050, tendremos que importar alrededor de la mitad de los combustibles que consumimos. La evidencia muestra que este no es el camino. Lo que proponemos es retomar el rumbo y revitalizar el sector, con una agenda que combine crecimiento energético, crecimiento económico regional y crecimiento social con sostenibilidad.
Revista 360: Usted ha insistido en la importancia de la autosuficiencia energética y en el peso fiscal del sector. ¿Qué está en juego si el país no corrige el rumbo?
Frank Pearl: Los países deben tener autosuficiencia energética, seguridad energética y mantener su soberanía. En Colombia, este sector representa alrededor del 30% de las exportaciones, el 16% de la inversión extranjera directa, más del 20% de los ingresos totales de la Nación y cerca de 8 billones de pesos en regalías.
La pregunta es por qué no vamos a aprovechar esos recursos. El ejemplo de Noruega es ilustrativo: es una de las sociedades más ricas del mundo, con un fondo soberano de trillones de dólares invertidos en sectores como vehículos eléctricos, semiconductores o inteligencia artificial. ¿De dónde salió esa plata? Del petróleo.
El nivel de vida de los noruegos también se apalanca en esos recursos. Son petroleros que han sabido sacar la plata y administrarla bien. Nosotros deberíamos hacer algo similar y no caer en la idea de que lo ambiental es lo único sostenible. La sostenibilidad tiene tres pilares: económico, ambiental y social, como se ratificó en las cumbres de Río en 1992 y de Río+20 en 2012. Las políticas públicas deben alinearse con ese concepto.
Revista 360: En ese contexto, ¿Colombia debería volver con urgencia a la exploración de hidrocarburos?
Frank Pearl: Yo creo que el nuevo gobierno, cualquiera que sea, nos va a pedir que ayudemos a pensar cómo hacer las cosas. Porque va a enfrentar una crisis energética, una crisis fiscal e incluso una crisis de financiamiento del Estado, y la realidad lo va a atropellar. Lo que tenemos es una solución para quien llegue, independientemente de quién gane, sobre cómo proteger la economía y financiar su modelo económico.
Pero esto no puede ser tarea solo de un gobierno, tiene que ser una tarea de toda la sociedad y, sobre todo, una política de Estado. Para eso se requieren contratos de estabilidad jurídica y un marco tributario distinto para el sector. En una de las conferencias, una analista de Standard & Poor’s explicaba que, en los rankings comparativos de más de cien países, si solo se mira el esquema tributario del sector de hidrocarburos, Colombia aparece en el último lugar.
Un inversionista, con ese panorama, va a preferir mercados como Guyana, Argentina o Brasil, por mencionar algunos de la región. Si a eso se suman la conflictividad y los problemas de seguridad, antes de pensar en nuevos contratos, tenemos que definir los cambios estructurales de política pública que vamos a hacer. Solo después de eso podremos atraer inversión y firmar nuevos contratos.
Revista 360: La inversión ha tenido altibajos en los últimos años. ¿Cómo ven esa dinámica y qué perspectivas manejan para 2026?
Frank Pearl: La inversión en CAPEX, es decir, en los compromisos asociados a los contratos, este año está creciendo entre un 14% y un 15%. Sin embargo, la inversión en exploración cayó alrededor de un 8%. Desde la perspectiva de un inversionista, este es precisamente el momento de invertir en Colombia, porque el sector va a tener que dar una vuelta y volver a crecer, y hoy el precio de los activos es atractivo.
Como este es un negocio de largo plazo, el mensaje para los inversionistas es que hay que mirar y adquirir los activos ahora; después, cuando cambien las políticas, esos activos se encarecen y la rentabilidad de los proyectos baja. Para un inversionista con visión de largo plazo, Colombia hoy es un mercado atractivo.
Revista 360: ¿Cómo cierra 2025 la Asociación de Petróleo y Gas en medio de este entorno retador?
Frank Pearl: Lo cerramos bien, a pesar del entorno. Hemos logrado avances y mantenemos una buena interlocución con el Ministerio de Minas y Energía, con la Agencia Nacional de Hidrocarburos, con la UPME y con la CREG. Por ejemplo, trabajando de la mano con la Agencia Nacional de Hidrocarburos, se expidió una medida que flexibiliza las condiciones de los contratos y le devuelve autonomía a las partes y a la ANH para dirimir diferencias.
También se expidió una resolución para facilitar e incentivar las tecnologías de recobro mejorado, que han tenido un papel importante en el incremento reciente de la producción. Y con la UPME se avanzó en la expedición de unos planes indicativos de mediano plazo que le dan más tranquilidad al sector. Son pasos concretos que muestran que, incluso en un entorno complejo, hay espacio para construir soluciones.
