Colombia reafirma su lugar en la élite del comercio mundial del café, al posicionarse como el cuarto mayor exportador global con ventas que alcanzaron los USD 3.545 millones, de acuerdo con cifras de Trade Map. Esta cifra no solo consolida al país como potencia cafetera, sino que lo distingue dentro de un grupo donde los líderes combinan producción, transformación y reexportación.
En la cima del ranking se encuentra Brasil, con exportaciones por USD 11.371 millones, seguido por Suiza (USD 3.951 millones) y Alemania (USD 3.793 millones). Sin embargo, a diferencia de estos dos últimos, cuya estrategia se basa principalmente en importar, industrializar y reexportar café, Colombia figura como uno de los pocos países en el top 5 cuyo volumen exportado proviene directamente de su propia producción nacional.
Colombia, cuarto exportador mundial de café: calidad y producción propia impulsan su liderazgo
El café representa uno de los sectores más emblemáticos de la economía colombiana. Más de 540.000 familias dependen de su cultivo, distribuido en 23 departamentos y con una tradición que va más allá del negocio: es patrimonio cultural, identidad nacional y motor de desarrollo rural.
Colombia ha apostado por un modelo que prioriza la calidad, la trazabilidad y la sostenibilidad. Con Denominaciones de Origen y certificaciones internacionales, el grano colombiano sigue posicionándose con fuerza en mercados de alto valor, como Estados Unidos, Europa y Asia.
Por qué es importante: El ranking de exportadores refleja también las nuevas dinámicas del mercado cafetero. Países como Suiza, Alemania, Italia y Países Bajos han incrementado su participación gracias a su capacidad de transformación industrial, elaborando productos de alto valor como cápsulas, cafés gourmet y mezclas especializadas.
En contraste, países como Vietnam (USD 3.183 millones), Indonesia (USD 1.638 millones), Honduras (USD 1.281 millones), Etiopía (USD 1.225 millones) y Perú (USD 1.102 millones) se mantienen como grandes productores, aunque con desafíos relacionados con la tecnificación, la comercialización directa y la sostenibilidad..
El lugar que hoy ocupa Colombia en el comercio mundial del café no solo es un logro comercial, sino una oportunidad. Con el creciente interés global por el consumo responsable y el café de origen, el país tiene el potencial de seguir diferenciándose mediante innovación, mejores condiciones para los productores y una apuesta por el valor agregado.
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