El Gobierno Nacional dio un nuevo paso en su estrategia de transición energética con la publicación del documento Conpes que orientará el nacimiento de la Política Nacional de Hidrógeno de Bajas Emisiones. La iniciativa, presentada por el Ministerio de Minas y Energía, busca acelerar el desarrollo de esta industria para diversificar la matriz energética del país y reducir la dependencia de combustibles fósiles en sectores clave de la economía.
Panorama general: La hoja de ruta traza metas ambiciosas: alcanzar una producción de 120.000 toneladas de hidrógeno de bajas emisiones en 2030 y escalar a 1,8 millones de toneladas para 2050, un volumen que permitiría posicionar a Colombia como un actor regional relevante y potencial exportador hacia mercados internacionales.
Según el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, esta política representa un paso decisivo para una transición energética justa y ordenada. “El hidrógeno nos permitirá descarbonizar la industria, modernizar la economía y abrir oportunidades de empleo en las regiones. Estamos construyendo una nueva base productiva que sustituya gradualmente combustibles fósiles y fortalezca nuestra seguridad energética con tecnologías limpias”, afirmó.
Por qué es importante: El desarrollo del hidrógeno de bajas emisiones busca transformar actividades donde la electrificación directa no es viable, como el transporte de carga, la aviación, la industria cementera y siderúrgica, así como la producción de fertilizantes. Además, permitirá reemplazar progresivamente el hidrógeno fósil que hoy se utiliza en procesos industriales.
El Gobierno destaca que las mayores oportunidades para impulsar esta industria se encuentran en la costa Caribe, región con amplio potencial en energías renovables especialmente eólica y solar, condiciones que podrían convertirla en un polo estratégico para la producción y exportación del energético.
Nuevo Conpes de hidrógeno: la hoja de ruta para la transición energética en Colombia
El Conpes plantea cinco frentes de trabajo para consolidar esta nueva industria:
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Reducción de costos de producción y mayores incentivos a la inversión.
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Impulso a la demanda nacional mediante reglas claras para la creación de un mercado competitivo.
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Desarrollo de infraestructura necesaria para transporte, almacenamiento y uso del hidrógeno.
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Actualización regulatoria, acompañada de garantías sociales y ambientales.
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Formación de talento humano e innovación tecnológica, clave para fortalecer capacidades en todas las etapas de la cadena productiva.
Con esta política, el Gobierno busca no solo acelerar la descarbonización, sino también construir una plataforma económica que dinamice nuevas industrias y genere empleo en regiones con vocación energética.
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