Colombia, un país electoralmente emocional

Compartir

EDITORIAL

Quienes se encuentran en la parte alta de los sectores relacionados con la política, saben a la perfección del comportamiento de millones de colombianos cada vez que acuden a las urnas. Juega en desventaja para la cultura democrática, pues son demasiado previsibles.


Luego de que mÁs de 17 millones de personas asistieran a las urnas el pasado 11 de marzo, quedan varias lecturas del panorama electoral, comportamiento social y lo que puede suceder el próximo 27 de mayo. Una de las cosas que queda clara es que falta bastante conocimiento político, democrático y legislativo. Muchos ciudadanos desconocen que es la Cámara de Representantes y el Senado de la República; no saben quiénes son, que hacen y como se vota por ellos, lo que permite que un grueso del voto de maquinaria aún se sostenga en varios departamentos del país. Aunque parezca increíble, ayer había personas que juraban que se escogía presidente y por eso habían asistido a votar, ante el miedo que quedara el de la derecha o el de la izquierda, en los dos espectros sucedió lo mismo. Es claro que son pocos los colombianos que investigan hojas de vida, propuestas, entrevistas y distintas posiciones de los candidatos al Congreso, incluso a la Presidencia. Parte de ello demuestra que Iván Duque que es un candidato desconocido en cualquier otro partido, hoy suma 4 millones de votos gracias a Álvaro Uribe Vélez.

El miedo que le infunden al elector con la posible victoria de Gustavo Petro o de Álvaro Uribe Vélez produce en las personas emociones racionales, irascibles y a veces carente de fundamentos. Eso lo tienen claro medios de comunicación, encuestadoras y grandes líderes políticos. Por eso saben que un candidato se puede inflar, desinflar, eclipsar, anular y hasta hacerlo ver como un paria. Es fácil manipular a los colombianos, están supeditados a lo que dicen tres periodistas en la mañana, un periódico, una revista y dos o tres encuestas. Hoy están por encima dichos actores de los electores, ya que tienen claro cómo direccionar a las personas del común según sus intereses. Aunque los colombianos suelen ver debates y emocionarse con las campañas políticas, siguen siendo demasiado previsibles para las campañas políticas. Por eso tienen facilidad para calcular cómo votarán, cómo reaccionan ante determinado evento, cómo atacan a un candidato si de muestra de una manera u otra, y al final, a qué campaña se acomodan a pocos días de las urnas.

Le puede interesar:  No más apología al narcotráfico

Está claro que hoy la centro-derecha tiene alrededor de 7 u 8 millones de votos, mientras la izquierda cuenta con 4 o 5 millones. Esa primera corriente política hace lo que sea necesario ante el inminente fantasma de que “Colombia se convierta en Venezuela”. La centro-izquierda tiene un comportamiento similar, como cuando hace cuatro años se alertó del regreso al poder del uribismo y todas las fuerzas contrarias al expresidente lograron cohesionarse con el único fin de atajar al candidato de Uribe. El ciudadano del común todavía es muy influenciable y por eso es aprovechado de la A a la Z por los agentes involucrados que terminan sugiriendo voto útil o voto en contra de alguien en particular.

Falta mucho en Colombia para tener una verdadera cultura política y democrática, que no sea influenciable por parte de caudillos, medios de comunicación, columnistas y encuestas. Lo ideal es que votara por lo menos el 70% de las personas habilitadas para votar, y más que eso, que lo hicieran en libertad, autonomía y con criterio propio. Se ha comprobado que cuando los electores votan por el que recomienda otro político, surgen grandes decepciones. Hoy Medellín se perfila como la ciudad con mayor voto de opinión de todo el país. La costa sigue siendo vulnerable ante la politiquería y allí es donde se cotiza el voto a $50.000 y $80.000, cosa que parece difícil erradicar. En definitiva, cada país tiene la suerte que merece, la cual muchas veces es originada por la decisión de ciudadanos carentes de inteligencia, fundamentos y convicciones.

 

Última hora

Le puede interesar

[mc4wp_form id=”74432″]