Desde este 15 de julio, Colombia da un nuevo paso en la implementación de la Ley 2101 de 2021, al reducir oficialmente la jornada laboral semanal de 48 a 44 horas. Aunque la medida busca mejorar el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, empresarios advierten un impacto económico significativo, especialmente para las mipymes.
Panorama general: El ajuste en la jornada laboral que empieza a regir esta semana supone una transformación estructural en las relaciones laborales del país. A partir de ahora, los trabajadores deberán cumplir un máximo de 44 horas semanales, sin que ello represente una reducción en su salario mensual. Para el sector empresarial, esta modificación implica un aumento directo en el costo de cada hora trabajada, lo que podría traducirse en mayores cargas para los empleadores, en particular para las pequeñas y medianas empresas.
Según estimaciones de Fenalco, el gremio de los comerciantes, el nuevo régimen podría encarecer el valor de la hora laborada hasta en 6%. Esto se debe a que el salario mensual se mantiene igual, pero se reparte en menos horas. “Este cambio, sumado a otros ajustes ya previstos en la reforma laboral, representa un desafío para el equilibrio financiero de muchas empresas”, advirtió el presidente del gremio, Jaime Alberto Cabal, en diálogo con La FM.
Nueva jornada laboral en Colombia encarece el valor hora y afecta a empresas pequeñas
Por qué es importante: Fenalco explica que tomando como base el salario mínimo vigente para 2025, que se sitúa en $1.423.500, y agregando prestaciones sociales (cerca del 50%), el costo total mensual de un trabajador asciende a $2.135.000. Con la jornada reducida a 44 horas semanales, el valor de la hora laboral sube a $12.132, frente a los aproximadamente $11.140 que se pagaban bajo el esquema anterior de 48 horas.
Además, esta tendencia continuará: en 2026, la jornada bajará nuevamente a 42 horas semanales, lo que llevará el costo por hora a $12.708, un incremento acumulado del 4,75%.
A esta carga adicional se suma el ajuste en los recargos nocturnos, que ahora comenzarán a las 7:00 p.m., dos horas antes de lo que establecía la legislación anterior. Este horario extendido para el recargo del 35% encarecerá aún más las operaciones de empresas con turnos nocturnos, como hoteles, restaurantes, bares, empresas de vigilancia y operadores logísticos.
Asimismo, el recargo dominical y festivo también tendrá un cambio progresivo. Desde este fin de semana (12 y 13 de julio), se aplicó un aumento del 75% al 80%, que subirá al 90% en julio de 2026 y alcanzará el 100% en 2027. Según Cabal, cuando todos estos factores entren en plena vigencia, los costos laborales totales podrían incrementarse hasta en un 34%, dependiendo del sector y el tamaño de la empresa.
Detalles: Los sectores que operan con mayor intensidad en horarios extendidos o fines de semana serán los más expuestos al impacto económico de esta reforma. Restaurantes, panaderías, tiendas de barrio, cafeterías y servicios de seguridad privada figuran entre los más vulnerables, ya que dependen de jornadas prolongadas y alta rotación de personal.
“El problema es que estas son justamente las actividades que más empleo generan en el país”, explicó Cabal. “El resultado podría ser un retroceso en la formalización laboral y un freno a la creación de nuevos puestos de trabajo”.
Lea también: Ocad Paz aprueba $36.768 millones para obras en municipios golpeados por el conflicto