Confianza del consumidor cae en agosto y refleja el freno en expectativas económicas

La confianza del consumidor retrocedió en agosto y marcó un balance de -2,4%, lo que evidencia un deterioro frente a julio y un pulso débil en las expectativas económicas.

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La confianza del consumidor en Colombia volvió a terreno negativo durante agosto de 2025. De acuerdo con la Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) de Fedesarrollo, el índice se ubicó en -2,4%, una caída de 7,7 puntos porcentuales frente al 5,3% registrado en julio.

Aunque el dato refleja un retroceso mensual, al compararlo con el mismo periodo de 2024 —cuando se encontraba en -15,3%— se observa una mejora de 12,9 puntos porcentuales. Esto indica que, a pesar de la caída reciente, la confianza del consumidor ha recuperado parte del terreno perdido en el último año.

El informe señala que la disminución se explica principalmente por la caída de 12,2 puntos en el Índice de Condiciones Económicas (ICE), que mide cómo perciben los hogares su situación actual, y por la reducción de 4,7 puntos en el Índice de Expectativas del Consumidor (IEC), que mide las proyecciones para los próximos 12 meses.

En otras palabras, los colombianos sienten que su bolsillo está más apretado ahora que hace un año, y ven con menos optimismo el panorama económico cercano.

Confianza del Consumidor en Colombia

Ciudades y estratos: la confianza del consumidor se resiente en casi todo el país

El retroceso en la confianza del consumidor fue evidente en cuatro de las cinco ciudades medidas. Barranquilla lideró la caída con -18,7 puntos porcentuales, seguida de Bucaramanga (-13,7), Bogotá (-10,5) y Cali (-1,5). Medellín fue la única ciudad que mostró un avance, con un repunte de 3,4 puntos.

Por estratos, la confianza del consumidor cayó tanto en los niveles medio (-8,1 puntos) como bajo (-7,9 puntos), mientras que el nivel alto mostró una leve mejoría de 5,4 puntos porcentuales. Esta divergencia evidencia que los hogares más vulnerables están sintiendo con mayor fuerza la presión sobre su capacidad de gasto.

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El informe también detalla que, frente al trimestre anterior, el índice general mostró un leve repunte de 4,9 puntos porcentuales, pasando de -3,4% a 1,5%. Sin embargo, el dato de agosto revierte parte de esa tendencia.

Vivienda y bienes durables: un contraste en la confianza del consumidor

El comportamiento del consumo en bienes específicos ofrece una radiografía de las prioridades de los hogares. En agosto, la disposición a comprar vivienda subió levemente 1,5 puntos porcentuales respecto a julio, alcanzando un balance de -12,8%. Al comparar con agosto de 2024, el incremento es más evidente: 15,4 puntos porcentuales.

Medellín y Cali fueron las ciudades que impulsaron esta tendencia, con alzas de 41,6 y 24,2 puntos respectivamente. En contraste, Bogotá y Barranquilla mostraron fuertes caídas en la disposición de compra de vivienda, lo que refleja que la confianza del consumidor en el mercado inmobiliario sigue siendo muy desigual según la región.

En bienes durables, como muebles y electrodomésticos, la situación fue más crítica: la disposición cayó 19,5 puntos porcentuales en un solo mes, dejando el balance en -11,3%. Cuatro de las cinco ciudades medidas reportaron caídas, siendo Bucaramanga y Barranquilla las más golpeadas. Solo Cali mostró un aumento, aunque moderado.

En cuanto a vehículos, la disposición a compra se hundió hasta -44,1%, con una reducción de 7,6 puntos frente a julio. Aun así, el dato resulta menos negativo que el de agosto de 2024, cuando estaba en -57,8%.

Un pulso económico atado a la confianza del consumidor

La confianza del consumidor es uno de los indicadores más seguidos por analistas y empresarios, pues refleja la disposición real de los hogares a gastar o a posponer decisiones de compra. Su caída en agosto apunta a un freno en el consumo, lo que podría tener repercusiones en sectores como el comercio, la construcción y la industria.

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El panorama mixto deja en evidencia que, si bien los colombianos ven con algo más de optimismo el mediano plazo frente al 2024, las condiciones inmediatas no generan tranquilidad. En un contexto de inflación moderada pero aún con tasas de interés altas, el consumo sigue siendo el gran interrogante para el cierre del año.

En resumen, la confianza del consumidor volvió a caer en agosto, marcando un retroceso que refleja tanto la cautela de los hogares como las tensiones económicas que enfrenta el país. El reto, a partir de ahora, será lograr que las expectativas no se desvanezcan y que el leve optimismo que aún se percibe en comparación con 2024 logre sostenerse.

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