Las consecuencias de una prohibición total de los carros con gasolina podrían ser más graves de lo que se estima. Así lo advirtió Luca de Meo, hasta hace poco CEO del Grupo Renault, quien aseguró que las actuales regulaciones ambientales, impulsadas por la Unión Europea, ponen en riesgo la viabilidad del sector automotor en su conjunto.
En una entrevista reciente con el medio alemán Welt, el directivo cuestionó el ritmo forzado hacia la movilidad eléctrica y alertó sobre el posible colapso del mercado en países como Italia, España o Polonia.
De Meo, quien anunció el pasado 15 de junio su renuncia al cargo y su retiro del sector automovilístico, sostuvo que “el mercado de los coches eléctricos se está desarrollando a la mitad del ritmo necesario para lograr las metas impuestas en 2035”. Si se mantiene la presión normativa actual, con sanciones y exigencias que no han sido revisadas pese a los cambios en el contexto global, se podría generar una contracción masiva del mercado, añadió.
Carros con gasolina o eléctricos
Actualmente, los vehículos eléctricos apenas alcanzan el 16% de participación en el mercado europeo, una cifra lejana al objetivo de eliminar completamente los motores de combustión para 2035.
De Meo reconoció que la tecnología eléctrica es positiva en términos medioambientales —señalando que su huella de CO₂ en Europa ya es mucho mejor que la de los motores tradicionales—, pero subrayó que la transición debe ser realista y compartida por todos los sectores.

“El sector automotriz no debería ser el único responsable de la transición energética”, expresó el ex CEO, quien abogó por una mayor flexibilidad normativa y por una estrategia colaborativa que involucre también a gobiernos, proveedores de energía y consumidores. Según él, el cambio no puede imponerse por decreto si no va acompañado de infraestructura, incentivos y condiciones de mercado favorables.
El ejecutivo también defendió el papel de los motores híbridos, considerados hoy una de las opciones más demandadas en Europa. Aunque combinan sistemas eléctricos con motores de combustión, están bajo amenaza por regulaciones que no hacen distinción suficiente entre ambos tipos de tecnología.
Para De Meo, eliminar también estos modelos sería un error estratégico en la carrera por una movilidad más limpia.
Incluso en China, el mercado líder en vehículos eléctricos, los motores a gasolina siguen teniendo un rol relevante, ya sea como generadores auxiliares o sistemas de respaldo. Esta realidad, apuntó De Meo, demuestra que los motores térmicos aún representan un pilar esencial para la industria automotriz global, y su desaparición abrupta podría tener consecuencias severas para la economía y el empleo en múltiples países.