En los últimos meses, el partido Conservador ha hecho distintas reuniones tanto colectivas como individuales con personas que eventualmente estaban interesadas en aspirar a la Presidencia de la República por este partido.
Por: Redacción 360 Radio
Varios de ellos aspiran a la Presidencia pero lo hacen por protocolo, pues no tienen ninguna posibilidad. Hablamos de Efraín Cepeda, David Barguil, Mauricio Cárdenas, Juan Carlos Echeverry y Martha Lucía Ramírez.
Efraín Cepeda es un economista, tiene 70 años, en el año 1994 fue senador por primera vez, sufrió un gran distanciamiento con Andrés Pastrana durante el gobierno de Juan Manuel Santos. No tiene una estructura nacional para aspirar a la Presidencia y no está dispuesto a no lanzarse al Senado, su hábitat más cómodo, por presentarse a una precandidatura presidencial. Está descartado.
David Barguil, con 39 años, fue yerno de César Gaviria al estar casado en su momento con María Paz Gaviria. Es oriundo de Cérete, Córdoba. Estudió en Bogotá, llegó con 28 años a la Cámara de Representantes en el año 2010, se ha caracterizado por dar una lucha contra el sector bancario, una cruzada muy loable y aceptada en su momento para que pagaran la sobretasa de renta, fue jefe de debate de Martha Lucía Ramírez en varias campañas, también estuvo trabajando mancomunadamente con el gobierno de Juan Manuel Santos como congresista, hacía parte de esa cuerda de conservadores que trabajaron fuerte y se sentían representados en el gobierno Santos.
Ha mencionado su deseo de participar en las precandidaturas a la Presidencia por el partido Conservador, pero su apuesta es mantenerse en el Senado y repetir una votación importante o apoyar a un presidente buscando ser considerado en una posición ejecutiva, un nombramiento que le sirva; sin descartar que en Córdoba tiene muchas invitaciones para que se presente como candidato a gobernador de ese departamento o a la Alcaldía de Montería. El entorno de Barguil cree que nacionalmente es bien reconocido, con un buen posicionamiento.
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Sobre Mauricio Cárdenas existen reservas muy grandes dentro de una facción importante de la cúpula, creen que está buscando una figuración pública para aspirar por el partido Conservador, para luego terminar con Sergio Fajardo. Es decir, tienen una duda muy grande con el exministro de Hacienda santista protagonista de varias reformas tributarias, escándalos de Dragacol, Reficar, entre otros. No existe una confianza hacia esta candidatura porque creen que está por instrucción de Juan Manuel Santos para llevarse ese aval y luego entregárselo a Sergio Fajardo. No solamente tiene muy buenas relaciones con María Ángela Holguín, actual pareja de Sergio Fajardo, sino que tiene toda la indisposición con el sector de Germán Vargas Lleras. Aunque él sí tiene la intención de hacerse contar, la cúpula del fortín conservador no lo ve claro.
Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda de Juan Manuel Santos y expresidente de Ecopetrol en el mandato de Santos, ha entrado en un protagonismo en los últimos días en redes sociales al abrir su cuenta de Twitter, es panelista de un medio de comunicación nacional, ha buscado mover la opinión en términos económicos, educativos y de orden público. Tiene reconocimiento únicamente en Bogotá, en las regiones no lo conocen; como político no tiene mayor experiencia. Aunque también se quiere hacer contar es más partidario de un consenso interno que de una campaña.
Martha Lucía Ramírez, vicepresidenta, ha estado muy tentada por las mediciones independientes que se han hecho. Aunque su renuncia ha estado enredada por cuenta de los desmanes a nivel nacional, no quiere enviar un mal mensaje no solamente al Gobierno sino a la opinión pública; si renuncia ahora se malinterpretaría. Tiene bajo su regazo la responsabilidad de enfrentar temas del paro, esto la pone en calzas prietas.
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Tiene un inconveniente con el partido Conservador: quiere aspirar independientemente, lo que más le suena; no le apetece ni el Centro Democrático ni el partido Conservador, ha pensado en firmas pero ella no quiere permitir que alguien de su partido salga porque cree que tiene ese derecho adquirido, aunque en la cúpula eso no gusta.
Hoy, Ramírez, tiene la opinión dividida en cuanto a si se queda o se va, lo cierto es que cualquiera de las dos decisiones el partido Conservador no está dentro de sus prioridaes.
Por otro lado, las personas que tienen bajo su responsabilidad la decisión de encontrar un candidato, creen que Juan Carlos Pinzón es una figura prominente, con un crecimiento exponencial en la opinión pública, por las últimas encuestas que se han realizado. Tiene una cercanía importante con sectores de centro-derecha, inclusive con sectores que en algún momento podrían ser decisivos en una segunda vuelta.
Ven en Pinzón una persona que tiene cercanías con el uribismo, con el sector de Cambio Radical al haber sido el candidato a la vicepresidencia de Juan Manuel Santos, tiene unas relaciones muy diplomáticas y respetables con la mayoría de sus excolegas del gobierno de Santos, tiene experiencia internacional al haber sido embajador de Colombia en Estados Unidos, viceministro de Defensa, ministro de Defensa y en el rol que ha tenido como presidente de ProBogotá ha logrado un apoyo muy significativo en los círculos empresariales más importantes de la capital, es una persona consultada permanentemente por medios de comunicación, coordinó visitas presidenciales con Barack Obama y Donald Trump, estuvo trabajando en el Banco Mundial y en el City Bank.
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Creen que en una segunda vuelta cuando algunos sectores de pronto proclamados independientes, esos que nunca se juntarían con una candidatura uribista, pues en una figura como Pinzón sí se pueden juntar porque conocen cómo ha trabajado.
El partido Conservador está pensando en cuál es la manera más eficiente, democrática y desde luego con mayores posibilidades de éxito pero hay un consenso dentro de la mayoría de figuras del partido para que Juan Carlos Pinzón sea el candidato. Ahora, no es que eso lo vayan a imponer, simplemente están evaluando todo porque saben que ir a una consulta acarrea costos, aunque no está descartada. También creen que con la situación que vive el país el partido siempre tiene la obligación de poner a consideración un nombre pronto que empiece construir y a recorrer el país para presentar un acuerdo importante, un acuerdo sobre lo fundamental, en donde se pueda plasmar un documento.
Los colombianos coinciden en que el país tiene que defender la propiedad privada, la libertad económica, que tiene que apostar por la inversión extranjera, por la inversión en infraestructura, y que tiene que seguir reforzando todo sus frentes de batalla contra el coronavirus, doblegar la inseguridad, el narcotráfico, sacar adelante una reforma a la justicia y devolverle la confianza a los colombianos.