El presidente Gustavo Petro viajó con su gabinete a la isla de San Andrés y Providencia, con el fin de analizar la reconstrucción luego del huracán Iota en 2020, en su visita cuestionó el costo de cada vivienda e indico que se produjo un sobrecosto.
Por: Redacción 360 Radio
El presidente Petro expreso que “El costo promedio de esas viviendas es de 600 millones de pesos, son edificaciones de aproximadamente 70 metros cuadrados, es decir que en promedio de casi 10 millones de pesos por m2 entonces ¿por qué un valor tan sorprendente?, ¿Cómo puede valer en Providencia una casa de concreto y con tejas 600 millones de pesos?”
Para dar respuesta a lo anterior El consorcio Providencia que está integrado por las constructoras Marval, Amarilo y Bolívar emitió un comunicado este lunes donde aclaran el porqué de los costos, las características y los factores detrás de los 640 millones por cada vivienda enfatizando que el diseño, área y acabados NO corresponden al de una vivienda de interés social además señalaron que las especificaciones técnicas y diseños de las viviendas fueron concertados por Findeter con la comunidad raizal de las Islas, proceso en el cual el Consorcio Providencia no tuvo participación.
El Consorcio Providencia señaló que bajo la urgencia de resolver la precaria situación que vivían los habitantes damnificados de las Islas de Providencia y Santa Catalina, se firmó un contrato de obra bajo la modalidad de administración delegada a título gratuito, es decir que ponían a disposición toda la experiencia y capacidad de los constructores, pero sin recibir dinero por honorarios y sin orientar la gestión a obtener retribución económica ni utilidad alguna.
Razones de los sobrecostos en vivienda expresadas en comunicado de prensa.
De las 330 viviendas nuevas pactadas, todas representan una obra diferente pues al quedar en predios distintos implica un proceso completamente diferenciado para cada vivienda y la apertura de 330 frentes de trabajo y procesos administrativos independientes.
Además el consorcio señala que debido a que en la isla se adelantan otros programas públicos de reconstrucción y/o reparación de viviendas, se ha dificultado la contratación de mano de obra local, situación que conlleva a incurrir en mayores costos de traslado de personal, asumiendo su hospedaje, alimentación e hidratación.
respecto a las características mencionaron que son infraestructuras con una estructura en acero galvanizado pernado, para evitar corrosión, y con muros en concreto lanzado con microfibras y macro fibras, diseñadas para soportar vientos de hasta 250km/h y con una vida útil cercana a los 50 años. Es decir, son viviendas tipo refugio, diseñadas para salvaguardar la vida de los habitantes de Providencia ante futuros fenómenos naturales. Las viviendas también son bioclimáticas, con paneles solares y sistemas de recolección de aguas lluvias para su utilización.
Las viviendas pesan 75 toneladas y para transportar los materiales de una casa hasta Providencia se debe contar con 8 contenedores de 20 pies y/o 10 toneladas. señalan que esto ha sido una de las condiciones que más altos costos ha representado para la construcción de las viviendas, pues todos los materiales deben ser transportados por tierra hasta el Puerto de Cartagena, desde donde salen vía marítima y recorren otros 800 km para llegar a desembarcar en un solo muelle que tiene en funcionamiento Providencia, pues el segundo quedó completamente destruido por el huracán.
A estas complejidades logísticas se suman varios aspectos, como las demoras en la descarga de material, pues como es apenas natural se ha privilegiado la entrada a la isla de alimentos. Asimismo, se sumó la pandemia por el Covid-19, el paro nacional que bloqueó la cadena de suministros desde Buenaventura por casi tres meses, la crisis de escasez de acero a nivel mundial, la falta de contenedores para transporte marítimo y la falta de mano de obra cualificada. Menciona El consorcio Providencia
Antes del inicio de obras también se presentaron dificultades técnicas con la identificación de los terrenos; la falta de disponibilidad de agua potable para los trabajadores; la escasez de agua para otros procesos de la construcción; la falta de alojamientos para el personal técnico, de obra y los equipos de construcción; las demoliciones tardías y entrega de los terrenos; y picos de contagio por Covid-19.
A la fecha de hoy, han intervenido 330 lotes y entregado 215 viviendas para ser habitadas y proyectan culminar la fase de construcción en octubre de este año. Finalmente, el consorcio expresó que están a disposición del Gobierno Nacional – Ministerio de Vivienda, y especialmente de FINDETER, para seguir trabajando en equipo y lograr la culminación del proyecto de vivienda.
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