Rodrigo Duterte llegó a la presidencia de Filipinas cuando ganó las elecciones del pasado 9 de mayo. Su principal promesa fue limpiar el país de drogas en seis meses y en esta campaña ya acumula 6.100 muertos.
Por: Luis Enrique Castro.
La corrupción y la criminalidad son dos factores que se combaten a nivel mundial, en todos los países y por cada gobierno. Sin embargo las declaraciones de Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, causaron gran polémica a nivel mundial, por su particular mensaje a los funcionarios corruptos.
“Si eres corrupto, te subiré a un helicóptero y te arrojaré mientras volamos a Manila”, dijo Duterte el martes pasado durante una visita a los damnificados por el tifón Nock-Ten, según la versión del diario Philippines Star.
Además el mandatario añadió que anteriormente que una vez arrojó a un secuestrador de un helicóptero, indicando que si lo había “hecho antes, ¿por qué no habría de repetirlo?”.
Duterte es famoso en el panorama internacional por sus controversiales comentarios, dos ejemplos de estas situaciones son cuando llamó idiota al entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, o como cuando reveló que Dios le había hablado y le había ordenado que dejara de maldecir.
El hecho donde arrojó al presunto secuestrador sucedió en la época donde fue alcalde de la ciudad sureña de Davao, cargo que desempeñó por mandatos en distintos periodos durante 22 años.
El mandatario llegó al poder en Filipinas cuando ganó las elecciones del pasado 9 de mayo, su principal promesa fue limpiar el país de drogas en seis meses. Su mandato único de seis años comenzó el 30 de junio.
Esta lucha ya acumula 6.100 muertos en su campaña contra las drogas. Sin embargo Duterte conserva el apoyo mayoritario de los filipinos, que en las últimas encuestas lo sitúan en el 63 por ciento.
Las polémicas declaraciones de Duterte
A mediados de diciembre, el político afirmó en un discurso, antes de emprender una visita oficial a Camboya, que había matado personalmente a supuestos delincuentes a finales de los años 80, cuando gobernaba Davao.
Aunque no era la primera vez que Duterte reconocía en público que había matado criminales, la admisión en esta ocasión tuvo un impacto mayor entre la comunidad internacional porque la hizo como jefe de Estado y cuando lidera una campaña contra las drogas que ha causado más de 6.100 muertos.
Uno días después, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra’ad Al Husein, solicitó a Filipinas que investigue esas muertes admitidas por Duterte. La reacción del presidente filipino a la petición de Zeid fue llamar “idiota” al alto comisionado.
Con Información de EFE.