Francamente, algunas ideas expuestas por este Gobierno Nacional dejan mucho que pensar, desear y reflexionar. Porque si bien podrían ser tomadas como chistes, bromas, parece que quienes ostentan el poder no piensan de manera seria.
Editorial
En un mundo utópico, en un mundo paralelo, si quitamos el código penal los delitos de hurto, de homicidio, de secuestro, de extorsión; pues, no vamos a tener ningún número que se registre bajo esos delitos; ningún número, que alarme a las personas, dejaríamos que el secuestro, la extorsión, el asalto, el homicidio, se convierta en algo normal, algo que esté permitido y así acabamos con el hurto, acabamos con el sicariato y el fleteo.
En otro mundo ideal, si dejamos de identificar al cáncer, como un riesgo para la vida de las personas, la gente deja de atenderse por esto, pues, la gente no se va a preocupar, no se va a hacer quimioterapias, ni radioterapia, ni se dejara operar; si no, existiría el ‘no existe el cáncer’ y un día la gente morirá de alguna cosa, pero no se llamará cáncer.
Y ahora, el ministro de transporte, William Camargo, ha dicho de manera vehemente y contundente que hay que aplicar unas restricciones a la movilidad de carros particulares, porque están perjudicando el servicio público y por las congestiones viales. De manera que bajo la lógica de pensamiento y razonamiento de este gobierno, si sacamos los carros de las calles, pues, no van a haber trancones.
No hay mucho que agregar, no hay mucho que contradecir; realmente porque es una sentencia suelta, que nace de algún lugar desconocido o algún fundamento teórico, que según el ministro está consagrado en documentos del bit, que este medio de comunicación ha revisado y la verdad es que el BID, ni ningún organismo, ni siquiera en Holanda la ciudad las bicicletas, dice que hay que sacar a los vehículos de las calles, para que no haya trancones y para que el servicio público se beneficie. Pero es muy dado en este gobierno, que se interpretan las cosas, siempre de la manera en que se soporten las propuestas, ideas, proyectos, programas que quieren aplicar.
Como medio de comunicación, que tiene unas especializaciones en infraestructura, transporte, movilidad y luego de consultar con varios expertos, en estas áreas, tenemos que decir que lo que ha planteado el ministro es algo completamente descabellado, algo que no tiene fundamento en ningún lugar del mundo moderno; la solución a los problemas no es por arte de magia, de manera furtiva y casi cantinflesca despenalizarlos o dejarlos de reconocer como problema o quitar del medio el actor principal de la situación.
Nosotros ya sabíamos que en este gobierno nada hará en materia de infraestructura vial, tampoco se construirán sistemas de transporte público, a pesar de que hay con el medio de comunicación, que en medio de los vaivenes políticos y de la necesidad de figurar han dicho que el tren de Buenaventura ya está a toda marcha, pues queremos dentro de 4 años ver en dónde queda ese proyecto y cómo no preguntarle a ese medio de comunicación de dónde sacó esa y otras noticias que siempre buscan favorecer al Gobierno, en fin siempre querer quedar bien y favorecer bien, para quedar bien con Dios y con el diablo.
Pero desde esa tribuna, por lo menos desde este medio de comunicación, nosotros sí lamentamos mucho, que el retraso de Colombia se va a ahondar más, va a ser mucho más perjudicial para la calidad de vida de las personas, si este ministro, William Camargo y el Gobierno Nacional llegaran a cristalizar esa idea de prácticamente retirar los vehículos particulares de las calles para solucionar los trancones y el déficit de los sistemas de transporte público, que hoy es en parte por culpa de la gasolina tan costosa y de una subvenciones que el gobierno ha dado, sin mayor éxito. Por ejemplo a motociclistas, que aun con el SOAT subsidiado, siguen sin pagar este seguro y claramente siguen sin pagar revisiones tecnomecánicas, ni peajes, pero es asunto de otro editorial.
Nosotros confiamos en que es solo es un disparate más, de los miles que ha lanzado este gobierno en campaña y el gobierno que no tiene ni tiene pies, ni cabeza, que solo busca quedar sofismas de distracción.
El ministro debería preocuparse más y ocuparse de solucionar las deudas que tiene el INVIAS con contratistas, con interventores desde hace varios meses, debería preocuparse, primero, por conformar su equipo en el ministerio y en las entidades adscritas, debería preocuparse por los bloqueos por la falta de eficiencia de productividad en infraestructura colombiana, debería preocuparse por sus deberes constitucionales y no por estar lanzando ideas traídas de los cabellos.
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