EDITORIAL
Está claro que Colombia se está montando en la ola del pico de contagios y de muertos por coronavirus. Paralelamente, hemos estado abriendo la economía poco a poco, algo que dista mucho de lo que otros países han hecho, ¿cómo saldrá este experimento?
No quisiéramos que las personas interpretasen la anterior pregunta de manera irresponsable y mucho menos queremos sugerir que el gobierno está experimentando con Colombia, por lo general el mundo está experimentando con el coronavirus, porque lastimosamente a hoy, no se ha descifrado bien el virus originario de Wuhan, China. No sabemos realmente cómo se mueve, por dónde lo hace, de qué manera o el verdadero grupo poblacional más perjudicado.
Aún permanecemos con dudas sobre el Covid-19. Unas semanas nos dicen que depende del tipo de sangre, otra semana, que la enfermedad está perdiendo fuerza, al otro día que, por el contrario, está tomando fuerza y se acelera. Primero nos decían que con el calor se moría, luego, con el frío, en fin, muchas especulaciones que nos hacen cuestionar el comportamiento del coronavirus.
Alrededor del mundo vemos como algunos países han reaccionado y han tratado de controlar la pandemia, nos encontramos con los ejemplos que llenaron al mundo de terror: Francia, España e Italia. Tres países que padecieron fuertemente este flagelo, los tomó desprevenidos, sobre todo a España. Parecía apocalíptico lo que sucedía, pues los muertos no cabían en un cementerio, no había morgues para cremar a las personas que fallecían, personas que morían en ancianatos y se apilaban los cuerpos, médicos llorando y otros que enfermaban y morían. No había disponibilidad médica ni de UCI, eso alertó al mundo de lo terrible que podía llegar a ser la pandemia.
Hoy estos países – igual que Alemania y Reino Unido – han ido abriendo esa llave de la normalidad, cancelando eventos importantes de ciclismo, tenis, fútbol, eventos masivos, aglomeraciones, entre otros. En España ha sido fase por fase abriendo terrazas, restaurante, cines y gimnasios con aforos limitados, pero también hay ejemplos como Portugal, país que en este momento está volviendo a un confinamiento por rebrote. En España se está presentando rebrote, en China en este momento hay rebrotes y se canceló nuevamente miles de vuelos hace una semana. En Estados Unidos también está pasando.
Esto demuestra que nadie ha tenido la correcta solución. Mientras Brasil ha intentado omitir la presencia del virus que ha sido letal en altas proporciones y la cantidad de contagiados es muy grande, no ha cerrado su economía al 100%, y parece que van a seguir en esta dinámica, incluso, es algo similar a lo ocurrido en México siendo políticamente opuestos.
Algunos estados en Estados Unidos que no tuvieron emergencia cuando se presentaron los hechos más graves en la ciudad de Nueva York, actualmente presentan problemas y la ocupación de unidades de cuidados intensivos también está superando el 70%.
Particularmente en Colombia estamos marcando un caso específico de lucha contra el virus: enfrentar ese incremento de casos con una reapertura gradual de la economía. Desde hace semanas hemos conocido que ese pico de la pandemia se esperaba para finales de junio y principios de julio. Con el pasado polémico viernes sin IVA, lo normal es que los casos que deriven de ese viernes se sumen a ese pico al que estamos escalando, por lo cual, aunque suma más casos, no será más grande la diferencia y puede ser de una vez por todas el momento en que Colombia enfrente ese pico de casos que ha venido aplazando desde abril.
Se plantean preguntas válidas, ¿no hubiese sido mejor un confinamiento total donde solamente la policía y los médicos hubiesen salido de sus casas entre el 25 de marzo y el 15 de abril?, ¿quizá tantas excepciones han permitido que el virus se propague lentamente, pero al final nos llevará al mismo abismo que hemos querido evitar?.
Colombia por su economía frágil, débil e incómoda tiene que abrir y lo está haciendo. El presidente Iván Duque ha tenido luchas internas con los equipos asesores del gobierno, sobre todo, los de salud, pero ha permitido que los alcaldes vayan regulando la reapertura.
Es lamentable lo que pasa en ciudades como Barranquilla y Cartagena, aparentemente es Medellín la que mejor avanza en el manejo del coronavirus, no obstante, ante el reporte de más de 3.000 casos diarios y superando los 150 fallecidos por día, y que, en algún momento crucemos la barrera de los 500 fallecidos por día – que es lo que se espera para las próximas dos o tres semanas – e incluso los 10.000 o 15.000 contagios diarios, ¿cuál será la decisión del presidente?, ¿volverán a encerrarnos?, ¿regresar a otro confinamiento y apagón de la economía?, ¿cómo se enfrentará?, ¿valió la pena el confinamiento en el que actualmente estamos, pero menos regulado?.
El temor ha vuelto a apoderarse de ciertos sectores económicos, académicos, gremiales y políticos, por lo que puede pasar. Nadie quiere que suceda y todos queremos que esto pase lo más rápido posible, pero es inevitable echar mano de las realidades y de las proyecciones que se han realizado.
Esperamos más conciencia de las personas, mayores responsabilidades individuales. El Estado no tiene un policía para cada ciudadano y las personas deben entender que tenemos que salir bien de esto. No podemos enfrentar la coyuntura como una mesa coja, no puede ser que una región avance y otra se quede.
La responsabilidad empieza por casa, si acá las personas no son capaces de asumir responsabilidades individuales, estaremos condenados al fracaso. Lamentablemente hay que decirlo, el país no se ha comportado bien, las personas no se cuidan, se ponen el tapabocas de sombrero, tapa orejas, tapa papadas. Pareciera que el sentido no les da para entender que se debe cubrir boca y nariz.
Esperamos que el látigo de castigo que se nos viene no sea muy cruel, pero Colombia se está acercando a unas semanas que pueden ser bastante oscuras.