Durante los primeros tres meses del año, los colombianos y turistas extranjeros privilegiaron un destino por encima del resto: Cartagena de Indias. La ciudad amurallada no solo deslumbró con sus playas y su historia, sino que también se coronó como la ciudad con mayor ocupación hotelera del país, registrando un notable 76,65%, según reveló el más reciente informe de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco).
Cartagena, la ciudad más visitada en Colombia durante el primer trimestre de 2025
El reporte detalla cómo, a pesar de los desafíos económicos y sociales, el turismo en Cartagena mostró una fortaleza sobresaliente frente a otras ciudades, consolidándola como el epicentro del turismo nacional.
Su atractivo histórico, la constante llegada de cruceros, los festivales culturales y una sólida oferta gastronómica parecen ser los motores detrás de este logro.
Un trimestre con señales de recuperación: El sector hotelero colombiano cerró el primer trimestre de 2025 con una ocupación acumulada del 56,04%, lo que representa una leve alza en comparación con el 55,47% registrado en el mismo periodo de 2024.
Esta mejoría, aunque modesta, ha sido bien recibida por los empresarios del sector, quienes ven en ella un signo de estabilización tras los impactos de la pandemia, la inflación y la incertidumbre política.
“Los resultados del primer trimestre de 2025 son un buen indicio de la capacidad de recuperación del sector hotelero colombiano”, explicó José Andrés Duarte, presidente ejecutivo de Cotelco. Sin embargo, aclaró que el progreso ha sido desigual, y que mientras las grandes ciudades muestran crecimiento, otras regiones están enfrentando retrocesos preocupantes.
Por qué es importante: El turismo es un motor clave para el empleo, el emprendimiento y la inversión en Colombia. Un mayor flujo de visitantes no solo beneficia a los hoteles, sino también a restaurantes, artesanos, guías turísticos y transporte local.
En este sentido, que Cartagena encabece el listado de destinos visitados es positivo, pero también revela una concentración del turismo que podría dejar rezagadas a otras regiones del país si no se toman medidas.
Las cifras de ocupación en otras capitales también son alentadoras: Medellín alcanzó un 67,58%, San Andrés un 64,49%, Bogotá un 61,93% y Barranquilla un 55,32%. Estas ciudades, gracias a eventos masivos como conciertos, ferias y actividades culturales, han logrado captar buena parte del turismo interno.
Detalles del contraste regional: Mientras algunas ciudades celebran su recuperación, otras enfrentan retrocesos severos. Tunja registró una disminución de 7,3 puntos porcentuales, pasando del 44,44% al 37,14%. Armenia, por su parte, cayó al 37,47%, mientras que Pereira tuvo una ocupación de 50,56%, pero con una reducción cercana a los 8 puntos frente al año anterior.
Estas cifras indican que el turismo colombiano sigue siendo frágil y depende fuertemente de factores externos, como la percepción de seguridad, la conectividad terrestre y aérea, así como el contexto económico de las familias.
En algunas regiones, la informalidad y la falta de promoción turística también están jugando en contra de su competitividad.
Contexto económico y social: Aunque la economía nacional creció un 1,7% entre 2023 y 2024, el sector de alojamiento y servicios de comida cayó un -3,8%. Y en el primer trimestre de 2025, mientras el PIB general creció al 2,7%, este subsector se contrajo un -0,2%, lo que evidencia que el turismo no se está recuperando al ritmo del resto de la economía.
La situación obliga a repensar las políticas públicas y estrategias privadas para reactivar el turismo en todas las regiones. “No podemos seguir midiendo el éxito del turismo nacional solo por lo que pasa en las capitales más grandes. Hay que entender por qué la gente no viaja a ciertas zonas y actuar en consecuencia”, agregó Duarte.
Panorama general: El éxito de Cartagena no debe opacar la realidad nacional. Si bien esta ciudad ha sido la más visitada en el primer trimestre de 2025, el reto del país es democratizar los beneficios del turismo y asegurar que más regiones puedan ser parte de esta recuperación.
Esto implica mejorar la infraestructura, invertir en promoción y seguridad, y crear productos turísticos innovadores y sostenibles.
La próxima temporada vacacional será una prueba clave. Según Cotelco, el pronóstico medio de ocupación para abril de 2025 es del 55,84%, aunque en un escenario optimista podría llegar al 62,47%, gracias al impulso de Semana Santa y eventos masivos en ciudades como Cali, Medellín y Bogotá.
El llamado es claro: Colombia debe aprovechar su diversidad geográfica y cultural para ofrecer experiencias más allá de sus destinos tradicionales. Solo así el turismo podrá consolidarse como un motor robusto de crecimiento y bienestar en todo el país.