Durante la última década, el salario mínimo en Colombia ha tenido incrementos sostenidos, aunque desiguales. En 2015, un trabajador devengaba $644.350 mensuales; diez años después, en 2025, esa cifra asciende a $1.423.500, sin contar el auxilio de transporte que hoy está en $200.000. En términos nominales, esto significa un incremento del 121 %, o $779.150 adicionales.
¿Cómo ha subido el salario mínimo en los últimos diez años?
El siguiente cuadro muestra la evolución del Salario Mínimo Legal Mensual Vigente (SMLMV) entre 2015 y 2025:
| Año | Salario mínimo (COP) | Aumento anual aproximado |
|---|---|---|
| 2015 | $644.350 | 4,6 % |
| 2016 | $689.455 | 7 % |
| 2017 | $737.717 | 7 % |
| 2018 | $781.242 | 5,9 % |
| 2019 | $828.116 | 6 % |
| 2020 | $877.803 | 6 % |
| 2021 | $908.526 | 3,5 % |
| 2022 | $1.000.000 | 9,15 % |
| 2023 | $1.160.000 | 16 % |
| 2024 | $1.300.000 | 12 % |
| 2025 | $1.423.500 | 9,5 % |
El incremento más alto de la década se dio en 2023, cuando el salario subió 16 %, impulsado por la alta inflación del año anterior y por un acuerdo político que buscaba aliviar el costo de vida. El menor aumento fue en 2021, con apenas 3,5 %, en un contexto de lenta recuperación tras la pandemia.
Inflación acumulada y poder adquisitivo real
Aunque las cifras muestran un crecimiento sostenido del salario, la historia cambia cuando se ajusta por inflación. Entre 2015 y 2024, la inflación acumulada en Colombia fue cercana al 78,5 %, con picos fuertes en 2022 y 2023, cuando superó el 13 % y el 9 %, respectivamente.
Esto significa que los precios de los bienes y servicios aumentaron casi un 80 % en el mismo periodo, erosionando buena parte del poder de compra de los trabajadores. Si se calcula el salario de 2025 en pesos de 2015, el valor real equivale a $797.000, es decir, lo que en 2015 se podía comprar con esa cantidad de dinero.
En otras palabras, el salario mínimo nominal se duplicó, pero el poder adquisitivo de los colombianos solo mejoró en un 24 % real durante la década. Aunque el ingreso básico es hoy mayor en cifras absolutas, su capacidad para cubrir necesidades como alimentación, transporte o vivienda sigue limitada frente al aumento general del costo de vida.
Un avance, pero aún insuficiente
Los incrementos recientes han intentado compensar el rezago histórico del salario mínimo frente a la inflación, pero los retos persisten. Los trabajadores ganan más, sí, pero los precios también. El crecimiento nominal de los últimos diez años es una señal positiva, aunque el reto real sigue siendo lograr que esos aumentos se traduzcan en bienestar efectivo y sostenido para las familias colombianas.
