A pocos días de su boda, que se realizó el 14 de junio de 2025, el delantero del Liverpool FC Luis Díaz sorprendió al mundo al incrustarse diamantes en los dientes, una excentricidad que convirtió su sonrisa en noticia global y desató un aluvión de preguntas en redes sociales.
¿En qué consiste exactamente el procedimiento? ¿Cuánto cuesta, quién lo realiza y qué cuidados exige? Estas son algunas de las preguntas que se hacen.
Luis Díaz se colocó DOS DIENTES DE DIAMANTES para su casamiento. 💎😳pic.twitter.com/A7rEo23Gz9
— Ataque Futbolero (@AtaqueFutbolero) June 15, 2025
La idea de incrustarse diamantes en los dientes no nació en las redes sociales: los mayas perforaban sus incisivos para fijar jade y turquesa hace más de 1.300 años, como signo de rango y belleza.
Más recientemente, en el siglo XX, la cultura hip-hop popularizó los grillz: fundas removibles de oro y piedras preciosas que hoy fabrican joyeros como Johnny Dang, cuyos encargos exclusivos pueden superar los US$250.000.
El auge actual se explica por la estética Y2K y las redes: las búsquedas de “tooth gems” subieron 85 % en Pinterest y suman más de 130 millones de vistas en TikTok. A diferencia de los grillz, incrustarse diamantes en los dientes implica fijar la piedra sobre el esmalte o sobre una carilla, de forma semi-permanente o permanente, en una sesión de pocos minutos.
El caso de Luis Díaz y su boda de ensueño
El 14 de junio de 2025, el extremo del Liverpool FC se casó con Geraldine Ponce en la parroquia Inmaculada Concepción de Barranquilla, ante unos 400 invitados y un show vallenato de Elder Dayán Díaz.
Para la ocasión, “Lucho” encargó un diamante incrustado diseñado por el odontólogo valduparense Daniel Zabaleta Díaz, conocido como “el de la Sonrisa Italiana”, reputado por intervenir la sonrisa del legendario Diomedes Díaz.
El futbolista optó por una piedra tallada a la medida, soldada sobre una carilla de porcelana de su arco dental superior. El resultado: un destello que competirá con la medalla de la Champions en su álbum de fotos nupcial y, de paso, dispara la curiosidad por saber cuánto vale incrustarse diamantes en los dientes.
Cuánto vale incrustarse diamantes en los dientes hoy
Los precios varían según el material, el tamaño y la complejidad del engaste, pero en Colombia incrustarse diamantes en los dientes cuesta, en promedio, entre $800.000 y $1.200.000 pesos colombianos por unidad (aprox. US$250-300 al cambio de $4.000 COP). Clínicas especializadas reportan tarifas de $60 a $180 dólares para gemas pequeñas de cristal o zirconia en EE. UU. y Europa.
Hay que tener en cuenta que el valor es solo por el procedimiento, y que la persona debe llevar el diamante que desea, lo cual es lo más costoso.
Si se trata de grillz fijos con diamantes reales, un solo diente engastado en oro de 10 K ronda los US$225, mientras una cuadrícula de ocho piezas supera los US$6.500. Diseños “invisibles” con VS+ o VVS diamantes elevan la factura por encima de US$10.000. Joyeros de alto perfil, como Johnny Dang, han vendido sets personalizados que rebasan el cuarto de millón de dólares.
Para el consumidor promedio, las alternativas de entrada incluyen cristales de Swarovski o zirconias adhesivas desde $45.000 a $100.000 pesos, disponibles en plataformas de comercio electrónico. Sin embargo, los especialistas recalcan que la colocación debe hacerla un odontólogo estético certificado para evitar fisuras o caries debajo de la joya.
Riesgos, cuidados y consejos antes de brillar
Incrustarse diamantes en los dientes requiere un esmalte sano, higiene rigurosa y controles cada tres a seis meses para verificar la adhesión y limpiar placa acumulada.
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Las complicaciones más comunes —si se aplica sin supervisión— son inflamación gingival, sensibilidad y retención de alimentos. Por ello, la American Dental Association recomienda evitar kits caseros y usar cepillos de cerdas suaves, además de hilo dental diario alrededor de la piedra.
Quienes busquen un look similar al de Luis Díaz deben considerar:
Evaluación profesional. Un odontólogo valorará caries, mordida y posibles fracturas.
Material y talla. Diamantes naturales incrementan exponencialmente el costo; las gemas sintéticas abaratan el procedimiento.
Reversibilidad. Las versiones semi-permanentes pueden retirarse con pulido; los taladros permanentes dejan una cavidad que requiere resina.
Mantenimiento. Revisiones periódicas y evitar alimentos duros prolongan la vida útil.
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