Cundinamarca se encuentra en una situación crítica debido a la gran cantidad de obras inconclusas que, según la Contraloría General de la República, podrían costarle al departamento la pérdida de más de $326.000 millones. Un informe reciente del órgano de control alerta sobre las 143 obras que aún no han sido terminadas, muchas de las cuales se encuentran paralizadas desde hace más de una década. La situación pone en peligro no solo la inversión pública, sino también el bienestar de las comunidades que aún esperan los beneficios de estas infraestructuras.
Panorama general: Entre los proyectos más emblemáticos que figuran en la lista de obras inconclusas se encuentran la construcción del acueducto en la comuna 4 de Soacha, que, a pesar de estar terminada, aún no está en funcionamiento. Con un presupuesto que superó los 45.000 millones de pesos, esta obra está aún a la espera de ser conectada al sistema de distribución de agua.
Otro proyecto que preocupa es la construcción de la sede de los despachos judiciales de Zipaquirá, que también finalizó su obra, pero no está operativa. Este proyecto, que requirió una inversión de aproximadamente 17.800 millones de pesos, tuvo siete suspensiones durante su ejecución, lo que ha retrasado su entrada en servicio.
Por qué es importante: El informe de la Contraloría destaca que las principales obras inconclusas en Cundinamarca están relacionadas con acueductos y alcantarillados, con un total de 24 proyectos en este sector. El principal problema radica en la falta de redes para conectar los acueductos construidos, lo que deja a las comunidades sin acceso al servicio de agua potable. Además, las causas de los retrasos incluyen el incumplimiento de los contratistas y deficiencias en los diseños de las obras, lo que agrava la situación.
Cundinamarca enfrenta pérdida de más de $326.000 millones por obras inconclusas que afectan acueductos, vivienda y salud
En el sector de la vivienda, 32 proyectos presentan un panorama igualmente sombrío. Se han destinado más de 62.800 millones de pesos a estos proyectos, muchos de los cuales están estancados debido a la falta de conexión a servicios públicos o a fallos en el cumplimiento de los contratos por parte de los contratistas. El Banco Agrario de Colombia es el principal contratante en estos proyectos, lo que deja en evidencia la necesidad de una revisión exhaustiva en la gestión de los recursos públicos.
Otro sector fuertemente afectado es el de la salud. La Contraloría ha identificado 13 contratos para hospitales y centros de salud que no han sido terminados, con una inversión de 147.077 millones de pesos. Estos proyectos, que son fundamentales para mejorar el acceso a la atención médica en las zonas más vulnerables, permanecen detenidos, lo que pone en riesgo la salud de miles de habitantes de Cundinamarca.
Poca acción fiscal y la necesidad de veeduría ciudadana
A pesar de que el informe contabiliza 143 obras inconclusas, la Contraloría ha iniciado solo 13 actuaciones de responsabilidad fiscal por daños patrimoniales. Esto ha generado inquietud entre los ciudadanos y los representantes políticos, como la congresista Alexandra Vásquez, quien ha expresado su preocupación por la falta de sanciones a los responsables de estos proyectos fallidos.
Vásquez anunció que iniciará un proceso de veeduría ciudadana para remitir solicitudes de investigación fiscal a la Contraloría General de la República, con el objetivo de sancionar a los contratistas y funcionarios responsables de esta crisis en la infraestructura del departamento. «Es necesario actuar con rapidez para evitar que estos recursos se pierdan definitivamente», afirmó la congresista.