El aumento del consumo de marihuana en Colombia ha ido creciendo todos los años, se pasó del lugar común del parque en donde estaban los «marihuaneros» del barrio alejados de todo para poder disfrutar su bareto y ahora en la actualidad
Nuestro editorial para hoy 13 de octubre se circunscribe al proyecto presentado por el congresista Juan Carlos Losada, del Partido Liberal, en el que busca que se legalice el uso de la marihuana recreativa en Colombia.
Es un debate que ha estado en ese closet de proyectos de gran calado, donde se mezclan opiniones políticas, religiosas, experiencias propias de distinta familias por causas de primeros círculos de consanguinidad como también los que han terminado en lugares tan dramáticos que han destruido familias, carreras brillantes, deportistas pero también en otro lado está hacia dónde avanza el mundo, cómo avanza y lo que Colombia ha tenido que vivir y padecer por cuenta de la guerra contra las drogas, desde que lo hiciera el presidente de Estados Unidos Richard Nixon.
El aumento del consumo de marihuana en Colombia ha ido creciendo todos los años, se pasó del lugar común del parque en donde estaban los «marihuaneros» del barrio alejados de todo para poder disfrutar su bareto y ahora en la actualidad, casi en cualquier edificio de las ciudades de Colombia sin importar el estrato, es casi imposible no percibir el olor a marihuana. Este olor está más presente que nunca en las calles de Colombia, aún estando prohibida en su mayoría mas no siendo atacado el porte de la dosis mínima.
El debate que hoy se plantea, el proyecto que se pone en la mesa, busca que no solamente el Estado pueda legalizarla sino tener un eventual monopolio de esa distribución que les permita a los privados concesionar este negocio, regularlo, gravarlo con impuestos y desde luego hacer un monitoreo mucho más integral y detallado de este fenómeno en Colombia.
Desde este medio de comunicación, entendemos cada uno de los argumentos que se han planteado. Todos tienen razones varias, entendemos a la familia que pide que no se legalice porque han tenido problemas con hijos, nietos, sobrinos, esposos que se han metido en este mundo han terminado adictos y los perdieron para siempre, otros se han convertido en unas raíces de destrucción de esa familia.
También entendemos las razones de las personas que explican cómo se alimentan las redes de narcotráfico, la ilegalidad, por cuenta de quienes van a comprar marihuana a los jíbaros. Insistimos, por lo civil o por lo criminal las personas acceden a la marihuana; la prohibición no está surtiendo ningún efecto y el consumo de marihuana viene en aumento igual que el consumo de cocaína, drogas sintéticas, entre otras.
¿Que puede ser la entrada para abrir otro tipo de legalización a otras drogas? Sí; ¿que el alcohol y el tabaco pueden hacer más daño que la marihuana? Algunos estudios dicen que sí, otros dicen que no; ¿que genera adicción? Claro, no en un porcentaje elevado pero la genera como ocurre también con el azúcar.
El problema que hoy tiene Colombia es saber poner en una balanza las ventajas, desventajas, cifras de muertos, el crimen, la persecución, todo lo que está en el debate, escuchar a las posiciones. Y si llega una decisión de legalizarla que se haga no solamente en todo el marco de la ley, sino que se procure crear la suficiente pedagogía y promover campañas para que las personas no consuman marihuana.
Queremos ser tajantes en que no se puede normalizar el consumo de marihuana, no se puede pretender que está bien consumirla; no es sano, no le hace bien al cuerpo como tampoco le hace bien a un cuerpo fumar, tomar alcohol, inyectarse heroína, tomar pastillas como el ENDI o acudir a las drogas sintéticas que hoy el mercado le ofrece a la humanidad.