La Gobernación de Sucre cuenta con un plan de contingencia de prevención de futuras emergencias y trabaja en conjunto con entidades como La Policía, el Ejército Nacional, y el Sena para mitigar la crisis invernal.
Por: Cristian Camilo Muñoz
Un total de 18 barrios inundados en Sincelejo y 12 en Corozal ha sido el saldo de esta temporada invernal en Sucre. El gobernador del departamento, Edgar Martínez Romero, declaró la calamidad pública e hizo un llamado al Gobierno Nacional para poder obtener su ayuda en la asistencia de las cerca de 21.000 familias damnificadas que hasta el momento dejan las crecientes de los arroyos de Colomuto y Grande de Corozal.
Para el gobernador de Sucre esto es una tragedia que no llegaba a tales magnitudes desde hace 30 años.
«Son situaciones no previsibles, pero vamos a trabajar de la mano con los alcaldes para darle solución definitiva al problema que tenemos con el Arroyo Grande, porque no es solo la contaminación que se presenta en su cauce, sino la falta de una cultura ciudadana para evitar que se arrojen basuras y desechos en él», dijo el mandatario departamental.
Con el fin de evitar un nuevo desbordamiento, la gobernación pondrá a disposición la maquinaria para que se desplace a los sectores y realice trabajos de limpieza en los cauces de los arroyos.
La cooperación de la Defensa Civil, las Brigada de Infantería, la Policía Nacional, el Ejército Nacional, Comfasucre, el Sena y el Icbf, para ayudar a las familias damnificadas de esta emergencia invernal, la cual se espera mitigar con una campaña de recolecta prodamnificados, que se llevará a cabo este viernes 11 de noviembre.