El sistema de salud colombiano enfrenta un déficit presupuestal de $19,7 billones para 2025, acumulado desde 2021, según el último informe presentado por la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro) y el Centro de Estudios Económicos de Anif. La insuficiencia de recursos afecta la cobertura de salud, la continuidad de tratamientos y el acceso a medicamentos, generando un riesgo de colapso en la prestación de servicios.
Panorama general: Desde 2021, el ajuste en la Unidad de Pago por Capitación (UPC), clave para financiar el sistema de salud, ha sido inferior a las necesidades reales del sector. Anif sostiene que el ajuste debería ser del 16,4% en 2025 para cubrir los costos, aunque esta alza apenas reduciría el déficit acumulado. Las proyecciones de Afidro y Anif muestran que los incrementos requeridos han sido ignorados en los últimos años: en 2021 debió aumentar un 7,7%, en 2022 un 20,6%, y en 2023 un 18,8%, ajustes que no se implementaron y llevaron al actual déficit, agravado además por la decisión de 2024 de aumentar la UPC solo un 12% en vez del 15% recomendado.
Catalina Bello, directora de acceso y sostenibilidad de Afidro, explicó que estos faltantes equivalen a la atención de 15,7 millones de pacientes, una cifra comparable a la población en situación de pobreza en Colombia, alertando sobre el impacto en la calidad de vida de quienes dependen del sistema de salud.
Por qué es importante: La insuficiencia de recursos afecta toda la cadena de suministro de medicamentos, dificultando la compra y distribución de tratamientos. “La falta de recursos genera un cortocircuito en toda la cadena, pero el impacto más grave recae sobre el paciente que no recibe sus medicamentos a tiempo”, explicó Bello.
Según el jefe de estudios económicos de Anif, Fabián Suárez, el déficit acumulado entre UPC y presupuestos máximos suma $9,9 billones, aunque el rezago acumulado desde 2021 eleva la cifra a $19,7 billones. El Ministerio de Salud, según Suárez, emplea variables de cálculo rezagadas que no reflejan los gastos actuales del sistema, lo que aumenta el déficit y amenaza la sostenibilidad del sistema de salud.
¿La reforma de salud es suficiente para el sistema de salud colombiano?
Aunque la reforma a la salud actual impulsa temas como la atención primaria y el aseguramiento, no aborda el déficit financiero ni asegura una distribución de pacientes según su nivel de riesgo, lo cual podría aumentar los costos y generar mayores presiones sobre el sistema. La falta de claridad sobre cómo subsanar el déficit es motivo de preocupación. Sin una inyección de recursos inmediata, advirtieron Anif y Afidro, el sistema de salud corre el riesgo de un deterioro continuo que podría limitar aún más el acceso a medicamentos y servicios esenciales en 2025.
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