El Pacto Amplio dio este 22 de diciembre un paso clave en su ruta hacia las elecciones presidenciales de 2026 al formalizar la convocatoria a una consulta popular que se realizará el 8 de marzo, en la que se definirá su candidatura única. La decisión, avalada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), deja también claro el primer listado de precandidatos que se medirán en las urnas y perfila el mapa interno del progresismo de cara al próximo ciclo electoral.
Panorama general: La convocatoria quedó respaldada por varias organizaciones políticas con personería jurídica y por tres figuras que, hasta ahora, encarnan las aspiraciones presidenciales dentro de este bloque: Iván Cepeda, Roy Barreras y Camilo Romero. Los tres dirigentes se comprometieron a someter sus aspiraciones al mecanismo de consulta, que busca elegir, por mayoría, al aspirante que representará al Pacto Amplio en la carrera por la Casa de Nariño.
El anuncio fue oficializado mediante un comunicado conjunto, en el que las fuerzas firmantes ratifican su decisión de acogerse a lo dispuesto en la Resolución 01542 de 2025 del CNE. Según el documento, la consulta no solo definirá un nombre, sino un liderazgo político llamado a encabezar un proyecto de gobierno progresista con capacidad de convocar mayorías y garantizar gobernabilidad en el próximo periodo presidencial.
La iniciativa está respaldada por el Movimiento Político Pacto Histórico, el Partido Político La Fuerza / Frente Amplio, Colombia Humana, el Partido del Trabajo de Colombia, el Partido MAIS y el Partido Ecologista Colombiano. Estas colectividades coinciden en que la consulta es el mecanismo más legítimo para dirimir las diferencias internas y presentar un frente unificado frente a otros sectores políticos.
Consulta del Pacto Amplio: definidos los precandidatos rumbo a las presidenciales de 2026
Por qué es importante: Más allá de los nombres, el Pacto Amplio puso sobre la mesa una hoja de ruta programática que busca servir como base común para quienes decidan sumarse al proceso. Entre los ejes centrales se encuentran la profundización de las reformas sociales, la ampliación de la democracia, el avance hacia una transición energética justa, la garantía de la seguridad humana y la defensa de la soberanía nacional, del ambiente y de los derechos de los animales. A ello se suma la apuesta por un gobierno abierto, innovador y participativo.
La paz también ocupa un lugar prioritario en la agenda. Las organizaciones reiteraron su compromiso con la solución dialogada de los conflictos y con la búsqueda de todos los caminos posibles para consolidar una paz estable y duradera, entendida como un componente esencial del desarrollo y la cohesión social del país.
El pronunciamiento deja abierta la puerta para que otros partidos, movimientos políticos, nuevas ciudadanías y precandidaturas de las izquierdas, el progresismo, el liberalismo socialdemócrata e incluso sectores de centro se adhieran al proceso, siempre que estén dispuestos a construir una base programática compartida.
Con esta convocatoria, el Pacto Amplio busca enviar un mensaje de cohesión y fortaleza política. Bajo la consigna #LaUnidadEsLaVictoria, la consulta del 8 de marzo se perfila como el primer gran pulso interno del progresismo y como un ensayo general de cara a la disputa presidencial de 2026.
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