La posible crisis de desabastecimiento de agua en Bogotá, en las próximas semanas podría darse si no se toman medidas inmediatas. Las autoridades locales, encabezadas por el alcalde mayor Carlos Fernando Galán y la gerente del Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño, han emitido un llamado urgente a la ciudadanía para reducir para reducir el consumo de agua y adoptar hábitos de ahorro, en un intento por mitigar los efectos de la escasez de lluvias que afecta a la región.
Por qué es importante: La situación del embalse de Chuza y la posible crisis de desabastecimiento de agua en Bogotá son motivo de preocupación tanto para las autoridades como para los ciudadanos. Este es un llamado urgente a adoptar medidas de ahorro y consumo responsable para evitar mayores restricciones.
El embalse de Chuza, una de las principales fuentes de abastecimiento de agua para la capital, atraviesa una situación crítica. Según Avendaño, la falta de lluvias ha sido determinante, ya que las precipitaciones durante el mes de agosto no alcanzaron el 60% de lo esperado. «Esta reducción en las lluvias ha afectado los niveles del sistema hídrico durante las últimas semanas, lo que pone en riesgo la capacidad de Chuza para garantizar el suministro de agua», afirmó Avendaño durante una entrevista reciente.
Contexto: Bogotá depende en gran medida del sistema hídrico de Chingaza y Chuza para su abastecimiento de agua. Este sistema ha sido afectado por el fenómeno de La Niña, que este año no ha generado las lluvias necesarias.
Medidas de ahorro y consumo responsable: Frente a esta situación, las autoridades han señalado que el consumo responsable de agua se ha convertido en una prioridad para evitar un racionamiento más severo en la ciudad. De hecho, el alcalde Galán advirtió que, si las condiciones climáticas no mejoran en los próximos días, el racionamiento de agua, que actualmente se aplica día de por medio, podría extenderse a un ciclo diario en distintas zonas de la capital.
«Si no vemos un cambio en los niveles de agua de los embalses para la próxima semana, tendremos que implementar restricciones diarias en nueve zonas de la ciudad. Estas áreas están determinadas por la forma en que funciona el sistema hídrico», explicó Galán en una rueda de prensa.
La gerente del Acueducto también destacó que la ciudadanía ya ha respondido en parte a los llamados a reducir el consumo. «Hemos visto una disminución en el uso del agua de tres metros cúbicos en promedio, lo que ha sido positivo, pero aún necesitamos un mayor esfuerzo para evitar una crisis», señaló Avendaño.
Medidas urgentes para evitar un desabastecimiento de agua en Bogotá
Llamado a la CAR y al Gobierno Nacional: Ante la gravedad del panorama, el alcalde Galán hizo un llamado a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y al Gobierno Nacional para que se involucren más activamente en la búsqueda de soluciones a la crisis. «La CAR debe desempeñar un papel fundamental en la gestión de los recursos hídricos, y es importante que el Gobierno Nacional también se sume a este esfuerzo», declaró el alcalde.
Además, las autoridades municipales señalaron que, pese a las medidas adoptadas hasta el momento, como la reducción de la presión en el sistema de Chingaza, es posible que se necesiten restricciones adicionales si la situación climática no mejora. Según Galán, si para el 21 de septiembre no se registran lluvias significativas, se implementarán mayores restricciones.
«Estamos monitoreando la situación de cerca y, aunque las medidas actuales han sido efectivas hasta cierto punto, no podemos descartar la posibilidad de endurecer las restricciones», afirmó Galán.
Impacto del fenómeno de La Niña: La situación en Bogotá también está relacionada con el comportamiento climático a nivel global. El fenómeno de La Niña, que suele generar lluvias intensas en varias regiones del país, no ha cumplido con las predicciones para este año. Como resultado, las lluvias en Bogotá y sus alrededores han estado muy por debajo del promedio histórico en meses clave como enero, febrero y mayo.
«Este año, las precipitaciones en la capital han sido menores de lo esperado, lo que ha generado una disminución preocupante en los niveles de agua en los embalses. En el caso del sistema de Chingaza, las afluencias han sido 60% menores de lo habitual», comentó el alcalde Galán.
La falta de lluvias en julio y lo que va de septiembre ha exacerbado la situación, y los niveles de agua disponibles en Chuza son apenas suficientes para cubrir las necesidades básicas de la ciudad en el corto plazo.
Un esfuerzo conjunto para evitar la crisis: A pesar de la gravedad del escenario, las autoridades locales han destacado que las medidas de racionamiento implementadas hasta ahora han tenido resultados positivos. «Gracias a estas acciones, hemos logrado mantener 18,8 millones de metros cúbicos de agua en el embalse de Chuza, lo que es un alivio temporal», señaló el alcalde de Bogotá.
Sin embargo, tanto Galán como Avendaño coinciden en que el esfuerzo debe continuar para evitar un desabastecimiento que podría prolongarse hasta 2025 si no se toman medidas adicionales. «La situación sigue siendo crítica, y necesitamos que todos los habitantes de la ciudad contribuyan adoptando prácticas de ahorro de agua en su vida diaria», subrayó la gerente del Acueducto.
La reducción de la presión en el sistema de Chingaza, que ha permitido disminuir el promedio de uso en 12,2 metros cúbicos, es solo una de las medidas que se han adoptado para enfrentar la crisis. Aun así, los responsables del Acueducto de Bogotá insisten en la necesidad de un cambio en los hábitos de consumo para superar este desafío.
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