Desaparecidos

Compartir


Por: Wilmar Vera Zapata

Winston Churchill decía que en un gobierno democrático, si alguien toca la puerta a las 6:00 am es con seguridad el lechero. En Colombia, travestida como la “democracia más antigua de América Latina”, poco a poco se le cae la máscara y exhibe su horrendo rostro: padecemos una dictadura en pañales.

Al control sobre los entes del Estado, a la abyección de la bancada oficialista comprada con tarros de mermelada presupuestal, a la incapacidad mental de gobernar por parte del inquilino de la Casa de Nari se suma la presencia de grupos institucionales, así como de irregulares nacionales y mexicanos en zonas de cultivo ilícitos y ciudades, además de las masacres semanales pintadas como logros gubernamentales y, ahora, se suma la desaparición de personas que protestaron en el pasado paro nacional del 28 de abril al 20 de junio.

No es admisible que un colombiano sea secuestrado por el Estado o sus agentes encubiertos y no se sepa dónde está detenido o la causa de su reclusión. La Constitución no es una carta de buenas intenciones a la cual se le tuerce el pescuezo de sus articulitos para beneficio particular. Si este (des) gobierno no puede garantizar la vida, honra, bienes y libertad de sus ciudadanos, estamos en mora de sacarlos a patadas y juzgarlos como criminales. Eso ha ocurrido en Ecuador o Perú, pueblos dignos de base indígena que sí son capaces de defenestrar a sus gobiernos inútiles.

Pero estamos en Polombia.

DEL MISMO AUTOR: Desarrapados

Los desaparecidos no son fantasmas cuya existencia se pone en duda. Son hijos, hijas, padres, madres, hermanos o hermanas de miles de colombianos cuya voz es aplacada por silencios oficiales en cuarteles, brigadas y estaciones de policía. Los desaparecidos son la vergüenza del Establecimiento colombiano y debería ser la fuerza que nos impulse a luchar por saber ¿dónde están?, ¿quién los tiene? Y ¿por qué están desaparecidos?

Le puede interesar:  Al borde del abismo: Panorama económico de Colombia en 2023 y con miras para el 2024

Y tienen nombre y apellidos:

Luis Mario, Maicol David Lora, Michele Arteaga, José Sánchez, Wilson Loaiza, Brayan Estiven M., Carlos Mayorca, Devin Alegría, Diana Cruz, Santiago Posada, Karol López, Luis Chávez, Leydi Caicedo, Alejandro Castro, Job Moreno, Héctor Valencia, Juan Ulloa, Cipriano Ocampo, Jesús David Lozano, Jesús David Giraldo, John Alexander Aguirre, Jhonatan David Flórez, Jhonatan Lenis, Miguel A. Escobar, Stiven Riveros, Nicolás Suárez, Mauricio Soto, Cristopher Rodríguez, Daniel Becerra, Felipe Ruiz, Jonathan Alonso, Vanessa Navia, Luis Miguel Romero, Marión Ángel, Brandon Molina, Rodrigo Ramírez, Deivy Gómez, Liseth Arévalo, Altadair Cuartas, Brayan Varela, Juan Sánchez, Angie Amaya, J. Carlos Gironza, John Betancourt, Stiven Marulanda, Jesús Lozano, José Esteban Charria, José Sánchez, Juan C. Maiman, Juan C. Pérez, Luis Hernán Ladino, Steven Marulanda, Valentina Marín, Nicolás Flórez, Mónica Mosquera, Nelson Rubiano, Santiago Muñoz, Miguel Henao, Diana Ruiz, Cristian Duque, Helen Bravo, Felipe Arias, Kevin Perea, Lizeth Arévalo, Luis Evelio Ladino, Harold Pared, Indira Obregón, Andrés Arango, Felipe Gómez, D. Esteven Bonilla, Valeria Serna, Víctor Agudelo, Brahian Rayo, Carlos Castillo, Camila Jaramillo, Willy Vargas, Joansstiven Vélez, Jorge Pérez, Antony Jaramillo, Brayan Cadavias, Carlos Benavides, Carlos Vásquez, Jhonatan Martínez, José David Hurtado, Juan C. Gironza, Mauricio Cáceres, Santiago Cruz, Marco Arango, Sofía del Mar G., Verónica Valencia, Stiven Jaramillo, Nocolás Salgado, Oscar Arroyo, Manuela Ruiz…

Vivos se los llevaron, vivos los queremos.

@liberto1420

Última hora

Le puede interesar

[mc4wp_form id=»74432″]