La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) publicó un informe sobre las tendencias de la situación humanitaria en el país.
Por: Redacción 360 Radio
De acuerdo con lo consignado en el documento, Colombia sigue evidenciando deterioro en este aspecto lo que ha llevado a un impacto en la población.
En medio de la pandemia y los picos del COVID-19, en algunas ciudades se ha desencadenado una emergencia masiva “tanto por situaciones de violencia armada, como eventos asociados a fenómenos naturales, agudizando necesidades existentes en diferentes sectores y requiriendo atención urgente para mejorar las condiciones de vida”.
Según el texto, las víctimas de desplazamiento masivo han aumentado un 101% entre enero y mayo del 2021, comparado con el 2020. Estos eventos de desplazamiento incrementaron en 31%.
“La situación de los departamentos de la región Pacífica y Noroccidente es crítica, pues estos concentran el 81% de los afectados en la emergencia por desplazamiento masivo que se reportaron durante este periodo. Nariño, Antioquia y Cauca, lideran con el mayor número de emergencias”, dijo la organización.
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El documento también reveló que el 63% de los desplazamientos masivos fueron causados por amenazas por parte de grupos armados no estatales a las comunidades, y el 17% se debió a enfrentamientos entre actores no estatales que pretendían controlar el territorio y las economías ilícitas.
La OCHA documento que por lo menos 27.000 personas se han confinado en 25 municipios, 44% de estos han sido causados después de amenazas por parte de grupos armados no estatales y enfrentamientos entre estos grupos, que obliga a la población a confinarse en medio del fuego cruzado.
En lo que va del 2021, ha habido un 17% de restricciones al acceso humanitario de las organizaciones, comparado con el mismo periodo del año anterior, no obstante, en mayo las restricciones al acceso humanitario tuvo un aumento del 267% ante los bloqueos de vías en medio del paro nacional. El riesgo de seguridad también obligó a la cancelación de actividades y misiones humanitarias en respuesta a la emergencia.