El Banco de la República presentó un informe reciente que refleja un incremento significativo en la deuda externa de Colombia, la cual en septiembre de 2024 alcanzó los US$197.361 millones, representando el 47,9% del Producto Interno Bruto (PIB). Este monto evidencia un crecimiento anual del 3,58%, lo que equivale a un aumento absoluto de US$6.838 millones frente a los US$190.523 millones registrados en septiembre del año pasado.
Panorama general: La deuda externa de Colombia se divide en dos grandes componentes: deuda pública y deuda privada. En septiembre de 2024, la deuda pública se situó en US$112.048 millones, correspondiente al 27,2% del PIB, mientras que la deuda privada alcanzó los US$85.313 millones, equivalente al 20,7% del PIB. Este desequilibrio pone de manifiesto el protagonismo del sector público en los compromisos internacionales del país.
En términos mensuales, el crecimiento fue más moderado. Respecto a agosto de 2024, la deuda aumentó en US$885 millones, lo que representa un incremento del 0,45%. Durante ese mes, los compromisos externos se ubicaron en US$196.476 millones, equivalentes al 48,5% del PIB. Este aumento mensual más leve podría estar relacionado con variaciones en las estrategias de financiación del país y el comportamiento de los mercados internacionales.
Deuda externa de Colombia en 2024: Impacto en la economía y cifras clave
Por qué es importante: La deuda externa es un instrumento crucial para financiar proyectos de desarrollo y atender las necesidades de inversión pública y privada. Sin embargo, su crecimiento sostenido también plantea retos significativos para la economía colombiana, especialmente en términos de sostenibilidad financiera y dependencia de fuentes externas de recursos.
Un análisis retrospectivo muestra que, en enero de 2024, la deuda del sector público ascendía a US$114.137 millones, equivalentes al 31,2% del PIB, mientras que la deuda privada se ubicaba en US$83.341 millones, correspondiente al 22,8% del PIB. Aunque las cifras han mostrado variaciones a lo largo del año, la tendencia general ha sido al alza, reflejando una necesidad persistente de financiación en ambos sectores.