Luego de varios días de movilización y ocupación en el centro de la capital, las comunidades indígenas del suroccidente colombiano decidieron regresar a sus territorios tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno Nacional.
Acuerdo histórico: gobierno y comunidades indígenas establecen ruta de diálogo
Desde el pasado lunes, cientos de indígenas provenientes de los departamentos de Cauca, Nariño y Putumayo se congregaron en la Plaza de Bolívar, epicentro político del país, para exigir la protección de sus derechos fundamentales y mayor atención del Estado.

La manifestación, aunque pacífica, generó tensión en la ciudad por el bloqueo temporal de vías y la presencia de grupos numerosos en espacios públicos.
El ministro Benedetti, a través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), comunicó el resultado positivo de las conversaciones: “Contra todo pronóstico, logramos sentarnos a dialogar con las comunidades indígenas y hoy podemos decir que alcanzamos acuerdos importantes.
Contra todo pronóstico de los escépticos, los indígenas de Cauca, Nariño y Putumayo que estaban en la Plaza de Bolívar regresan hoy a su región. El diálogo y la concertación funcionan más que el bolillo.
— Armando Benedetti (@AABenedetti) April 4, 2025
El diálogo y la concertación funcionan más que el bolillo”, expresó, en alusión a una política de resolución pacífica de conflictos.
Entre los puntos acordados, se destaca la instalación de una mesa de diálogo permanente entre el Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo y representantes de las comunidades indígenas.
Esta mesa tendrá como objetivo trazar una hoja de ruta para garantizar los derechos colectivos de estas poblaciones, así como para implementar mecanismos que aseguren su protección, bienestar y salvaguarda cultural.
Otro de los compromisos incluye la coordinación del regreso de los manifestantes a sus territorios de origen. Esta operación logística contará con el apoyo del Ministerio de Igualdad y Equidad, entidades territoriales y organizaciones sociales.
Adicionalmente, se elaborará un listado de entidades del orden nacional que trabajarán de forma articulada para responder a las necesidades planteadas por los pueblos indígenas.
El viceministro para el Diálogo Social y los Derechos Humanos, Gabriel Rondón Olave, también se pronunció sobre la importancia del proceso: “Lo primero que hay que dejar claro es que el diálogo social y la articulación son los ejes fundamentales para la democracia, independientemente de las diferencias que tengamos.
Los compañeros retornan a sus departamentos luego de establecer articulaciones interinstitucionales para apoyarlos en esa logística”, declaró.
Rondón agradeció a la Alcaldía Mayor de Bogotá, al Ministerio Público y especialmente a las comunidades indígenas, por su disposición al diálogo y su papel protagónico en la búsqueda de soluciones. Asimismo, enfatizó que esta experiencia representa un precedente en la construcción de relaciones más equitativas entre el Estado y los pueblos originarios.

La movilización indígena en Bogotá no es un fenómeno nuevo, pero este episodio se destaca por el manejo pacífico de las tensiones y la disposición de ambas partes para encontrar salidas conjuntas.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han celebrado el resultado, insistiendo en que estos mecanismos deben fortalecerse y repetirse ante futuros desafíos sociales.
Por ahora, los indígenas se preparan para el retorno a sus territorios, mientras el Gobierno deberá materializar los compromisos adquiridos.
En los próximos días se espera la publicación del cronograma de trabajo y la definición de las primeras acciones concretas en beneficio de estas comunidades históricamente marginadas.
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