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El mundo de la moda vive su momento más incomprensible e incontrolable. La globalización de la información, y la digitalización de la comunicación convirtió a esta antigua industria, en un lugar difícil de descifrar y manipular. La grieta entre los viejos paradigmas, y la nueva escuela se ha ensanchado cada vez más y es complicado ver dónde y en qué culminará. La gran exposición que están sufriendo los sneakers, el streetwear y la moda trap moldean el camino. Las campañas en redes se han vuelto la espina dorsal de un negocio donde las celebrities ocupan un lugar fundamental. Antes se intentaba llegar a pocas personas (las cuales podían adquirir dichas prendas) a través de modelos exóticos y caras jamás antes vistas. Esa fórmula cambió. El mismo sistema ha terminado por decidir que el negocio de la ropa sea como cualquier otro. Las ventas dictaminan todo. El estilo, la finura, el arte ya no controla los polos de pensamientos de los grandes estudios, sino que los números y el intento de llegar a la mayor cantidad de población posible, lo hacen.
Algo parecido está pasando en el mundo de los perfumes, el cual es vital para la moda en sí. Las estrategias de marketing, las campañas, las publicidades, y las propaganda todas apuestan en unísono a la idea de representar lo ya conocido, pero desde un punto de vista altivo. Desde la utilización de viejos personajes, actores del momento, y locaciones conocidas, el mercado apunta al público hoy más que nunca. Lo que no está en la boca de todos, lo que no es trending topic en twitter, debe quedar obsoleto. Si el Trap está comandando todos los charts de Billboard, apostemos ahí. Eso es lo que se deben decir los dueños de las grandes marcas. Sino como se explica la colaboración de A$AP Rocky con Calvin Klein. Antes era totalmente impensado que un hombre afroamericano con tatuajes, trenzas y dientes de oro pueda protagonizar dicha campaña. Esos tiempos han cambiado.
Los grandes contendientes de este pequeño barrio que son las perfumerías de élite, se disputan con ferocidad lo novedoso. Cada uno con su estilo propio de hacer negocios buscan de distintas maneras controlar el flujo de jóvenes que pueden interpelar con estas nuevas técnicas. Tom Ford por ejemplo, utiliza su fuerte presencia en Hollywood para favorecer a su marca. Desde el estreno de su segunda película, Nocturnal Animals, el americano se ha involucrado fuertemente con el estrellato y la farándula de dicho país.
Siguiendo los pasos de Tom. Carolina Herrera ha sabido darle su propia vuelta de tuerca al asunto. En colaboración con los reconocidos DJ´s del Bronx, The Martinez Brothers, ya hace tiempo que realizan comerciales juntos, y hasta han realizado un track y próximamente lanzaran un perfume juntos. El eterno 212 de CH tendrá el sello de los Martinez por primera vez, algo que cambiará el juego por completo.
También marcas como Dior se desenvuelven y atacan a las nuevas generaciones con todo su poderío. Luego de sus colaboraciones con estrellas del Basketball y con Nike, la marca de Christian invierte en el mundo de la calle como nunca antes lo había hecho. Lancome también ha realizado un approach bastante parecido, apostando por caras nuevas y nombres frescos, como Zendaya, la estrella de Euphoria (https://www.hbo.com/euphoria) y ganadora del Emmy que ha sabido conquistarnos a todos.
Esta renovación queda con muchos puntos por tratar, y seguirá evolucionando su discusión a medida que pasen los años seguramente. La baja de precios es uno de los puntos en debate constante y la new school se ha proclamado a favor de la misma, ya que lo considera como esencial para globalizarse. El aggiornarse lo es todo en estos días y estos 4 estudios han dejado plasmado ese poderoso y necesario precedente, para las nuevas caras que están por venir. Luchar por lo viejo, y apostar por lo nuevo, es el lema al que responden.
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