Doce curules más en el Congreso, descaro total

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Confidenciales 360


Es inconcebible, no solamente por la actual coyuntura que atravesamos y que parece se prolongará, sino en cualquier otro momento de la vida, que el Congreso de la República de Colombia hable de aumentar las curules en el Senado, cuando la mayoría de la sociedad tiene una pésima imagen del Congreso, de sus senadores y representantes. Cuando para un ciudadano de a pie el significado de un congresista es una persona que se transporta en una camioneta Toyota Prado, que gana más de 34 millones de pesos al mes, discute si un carriel se debe declarar o no patrimonio cultural del país y que tiene un policía detrás custodiándolo.

El país lleva más de 20 años hablando de reformas a la justicia, laboral, a la salud, pensión y tributarias, el Congreso ha estado montado en una bicicleta estática y echados en el piso por cuenta de las migajas que el Gobierno central les lanza, con debate absolutamente irrisorios, desconectados de la realidad, ni una sola cosa buena ha salido para enfrentar la actual pandemia que atravesamos, ninguna propuesta se ha materializado, ningún alivio económico, exención o reforma que permita enfrentar la difícil situación.

Plantear que se creen doce curules no es solamente hablar de doce salarios, sino las unidades de trabajo, escoltas, vehículos, tiquetes de avión, celulares y otra serie de beneficios que entran en una larga lista.

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El artículo pasó un primer debate y se ha metido como un ‘mico’ – como ellos lo saben hacer – donde más allá del aumento en los costos, que van entre 192 millones de pesos al mes y 4.714 millones de pesos al año por el salario devengado, se debe tener en cuenta que serían más de 43.000 millones de pesos adicionales por el trabajo de sus unidades de trabajo legislativo.

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Es un absoluto descaro que en medio de la peor crisis que el país ha vivido recientemente, se esté hablando de esto. El centralismo realmente le sigue haciendo daño al país y más con esta clase de decisiones.

Pasaríamos de 280 congresistas – un número exagerado para nuestro país – a tener 292. Vale la pena anotar que hace algunas semanas en Italia votaron un referendo para recortar un tercio de los parlamentarios, ahí está la diferencia entre el primer y tercer mundo.

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