Concluyó con éxito el Congreso Nacional de Minería en el que se debatió sobre el presente del sector y en el que empresas como Drummond demostraron una vez más la relevancia que tienen en las regiones que operan, su importancia para la sociedad y dejaron un mensaje claro y esperanzador para un gremio golpeado por el actual Gobierno.
Pero no es necesario entrar a hablar de este sector desde una mirada política, simplemente revisar las cifras que Drummond muestra al mercado y al país, es una clara confirmación del papel que el sector empresarial juega en el país, tal como lo explica Pablo Urruita, VP de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Drummond Colombia.
!No solo es la parte de producción del mineral, sino también todo el trabajo social que hacemos en la compañía en beneficio de la comunidad y de los propios trabajadores. Usted sabe que generamos alrededor de 11,000 puestos de trabajo directos, lo cual es un beneficio enorme para las familias de la región que viven allí y son parte de la comunidad. Estamos en ese esfuerzo», dijo.

El presente de Drummond en Colombia
La compañía actualmente cuenta con los proyectos de La Loma, El Descanso, El Corzo, proyectos que solo en 2024 exporrtaron 30,2 millones de toneladas de carbón.
Solo en generación de empleo, 5.410 cargos son directos y 5.916 son contratistas, de los cuales el 73% son nacidos en el Cesar y Magdalena, 79% viven en estos dos departamentos y el 90% proviene de la Costa Atlántica. Además, más de 8.270 hijos de empleados se benefician de auxilios educativos.
Aquí cabe agregar que en su aporte social cuentan con 103 comedores escolares intervenidos, construidos y remodelados, donde se benefician más de 28.637 personas, sumado a las 21 escuelas de música patrocinadas, 64 canchas deportivas construidas, 22 puestos de salud construidos o reconstruidos y dotados, 13 hospitales intervenidos y una cifra que alcanza $9.710.675.715 millones de pesos invertidos desde 2010 hasta 2024 con el Programa de arreglo de vías Urbanas
Un panorama que sufre por precio del Carbón
En el último año, el precio global del carbón ha mostrado una tendencia descendente, con caídas que oscilan entre el –16,3 % y el –26,7 %, dependiendo del índice o región de referencia. De acuerdo con Trading Economics, el carbón pasó de niveles más altos en 2024 a USD 112 por tonelada en julio de 2025, lo que refleja una baja interanual del –16,3 %. El Índice de Precios del Carbón del FMI muestra una contracción aún más fuerte: de 189,37 puntos en mayo de 2024 a 138,87 en mayo de 2025, equivalente a –26,7 %.
El precio del carbón colombiano ha sufrido una caída significativa en los últimos meses, pasando de promedios cercanos a USD 110 por tonelada en 2024 a niveles que actualmente se mueven entre USD 60 y USD 80, muy lejos de los picos superiores a USD 300 registrados en 2023.
La baja en los precios limita los ingresos por exportaciones —una de las principales fuentes de divisas del país—, puede causar la reducción la inversión en nuevas operaciones y genera presiones sobre el empleo en regiones mineras.
«Ahí es donde también sufrimos un poco las empresas como la nuestra, que dependemos de los precios para poder tener una mayor rentabilidad. La paradoja es que hay mucho más consumo, hay más carbón en el mercado, pero los precios están en un ciclo a la baja. Eso pasa con todos los commodities —el carbón, el petróleo—, que son cíclicos: en un momento están arriba y en otro momento abajo. Por supuesto, esos ciclos bajos nos afectan, pero aun así mantenemos una rentabilidad y nuestras operaciones. El futuro dependerá de cómo evolucione el mercado», explica Pablo Urrutia.
Lo que conlleva a pensar hacia dónde va el sector minero y empresas como Drummond sumado a qué hace falta para que el país recupere ese rumbo minero.
«Yo diría que Colombia ha tenido una tradición minera, tal vez hasta este Gobierno, que ha marcado un cambio de narrativa. Sin embargo, si uno lo mira en perspectiva, los proyectos mineros se han seguido desarrollando, el sector no se ha detenido. Creo que al final hay una conciencia —aunque no siempre se diga en voz alta— de que este es un sector no solo importante, sino necesario para el país», puntualizó.
En suma, la minería en Colombia enfrenta la paradoja de un mercado con alta demanda y precios a la baja, lo que obliga a las empresas a resistir los ciclos propios de los commodities. Aunque el actual Gobierno ha marcado distancia frente al sector, los proyectos mineros no se han detenido y persiste una conciencia, a veces silenciosa, de que la minería sigue siendo un pilar necesario para la economía nacional y para el futuro del país.