El candidato del Pacto Histórico llega a la Casa de Nariño con una política económica criticada por varios sectores.
Por: Andrés Martín Piñeros
Es clave comprender el proteccionismo como una doctrina y filosofía económica que tiene como finalidad la protección de la agricultura y la industria de un país mediante el gravamen a las importaciones de productos extranjeros por medio de aranceles, a la vez que favorece los bienes nacionales mediante subsidios o créditos.
Además, el proteccionismo trata de poner en valor los artículos nacionales frente a la entrada del país en cuestión de productos extranjeros, lo que en pocas palabras significa implementar medidas restrictivas a las importaciones.
Gustavo Petro, es sin duda el candidato que mayor tendencia proteccionista presenta en su plan de Gobierno. Petro ha planteado en distintos momentos la necesidad de un cambio en la economía del país, en su cuenta de twitter ha afirmado que “Los cambios demandan en muchos sectores el cambio de relaciones sociales de producción, por ejemplo la generación de energía eléctrica, la cooperativización de la agroindustria, también implica volver a un proteccionismo: las tasas carbón a importaciones”.
En algunas entrevistas, también ha expresado que su propuesta no es un proteccionismo a ultranza, sino que será una política inteligente para que, por ejemplo, suba aranceles a las confecciones pero que baje a cero el de las telas. y, ha dejado claro que buscará proteger a los productores de leche de las importaciones lo que subiría aún más los precios de la leche para consumidores.
360 Radio dialogó con Jair Viana, director de Investigación de Libertank, sobre las propuestas de ambos candidatos, las cuales califica de proteccionistas: «Ambos planes económicos tienen propuestas proteccionistas pero en diferentes niveles. El plan de Gustavo Petro busca tajantemente proteger la industria local pero como consecuencia tendrá el encarecimiento masivo y la limitación a las alternativas de la ciudadanía. La propuesta de Rodolfo Hernández está encaminada a maximizar la productividad de los productores locales, esto consiste en que los productores puedan producir a niveles competitivos reduciendo los costos e impuestos, pero sin limitar y eliminar las alternativas».
“Un ejemplo de lo propuesto por Petro puede ser algo tan sencillo como la compra de pan (pan blanco y pan integral), digamos que el segundo viene de Estados Unidos y al imponer medidas proteccionistas se pondría más costoso traerlo y venderlo, por eso la única alternativa es que los colombianos compren pan blanco. Esto resulta bueno para los productores en Colombia, pero las otras personas a las que les gustaba el pan integral ahora deberán pagar un precio muy por encima», agregó Viana.
«Hoy Colombia no está preparada para afrontar una economía proteccionista, porque ganan los productores locales pero pierden los consumidores y en Colombia todos somos consumidores mas no productores, es decir pierden más que los que van a ganar. El proteccionismo para una nación es atentar contra la ciudadanía y el consumidor. Cuando se emplean medidas proteccionistas estamos condenando a los consumidores. El proteccionismo no le ha servido a ningún país y suele empobrecer al país», señaló el director de Investigación de Libertank.
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Estas tendencias de Petro y Hernández vislumbran un panorama económico para Colombia en el que dicha economía será mucho más cerrada. En términos de comercio internacional, los dos candidatos tienen una visión proteccionista, donde prima el papel de los aranceles dirigidos a bienes e insumos de los sectores que se elija proteger y lo que conlleva a una postura de revisión de los acuerdos comerciales, cuando lo consideren necesario.
Viana fue enfático en resaltar las consecuencias negativas de este tipo de economías: «la sustitución de importaciones es el resultado del facilismo político, del creer que para que la industria local progrese, se necesita eliminar la competencia, cuando en realidad es todo lo contrario. La competencia nos ayuda a ser mejores. La totalidad de la población va a perder bienestar porque estará obligada a comprar productos de peor calidad a precios cada vez más altos. El comercio y la competencia libre nos benefician a todos y nos obligan a ser cada vez mejores».
Muchas de estas propuestas se presentan como radicales y en contravía de los avances económicos que ha tenido el país en los últimos 20 años.