Entretanto, dos militares rusos mueren en Siria por enfrentamiento con rebeldes de ese país.
Por: Miguel Vélez Tirado
El secretario de Estado del país norteamericano, Rex Tillerson, aseguró en declaraciones a la prensa que “espera” que el presidente sirio, Bashar al-Assad, deje el cargo para permitir una solución política a la guerra que devasta su país, después de que el gobierno estadounidense emprendiera una acción militar en contra de la basa siria Shayrat, en respuesta al ataque químico que dejó 86 sirios muertos.
“Nuestra esperanza es que Bashar al-Assad no forme parte de este futuro”, señaló Tillerson ante algunos periodistas durante una cumbre del G7 en Lucca, en el norte de Italia), tras haber insistido en la necesidad de que el pueblo sirio decida su futuro político.
Por otro lado, mientras se daban estas declaraciones de Rex Tillerson, se informó de la muerte de dos militares rusos a causa de enfrentamientos con los rebeldes sirios cuando llevaban a cabo labores de formación para el ejército, según difundió el ministerio ruso de Defensa por medio de un comunicado.
“Soldados rusos que se encontraban en una unidad del ejército sirio como instructores de tiro (…) fueron alcanzados por un disparo de mortero procedente de un grupo de rebeldes. Dos soldados rusos murieron. Los médicos intentan salvar la vida de un soldado ruso herido”, señaló el comunicado.
Por último, con estos dos últimos dos fallecidos la cifra reconocida por el gobierno ruso en Siria asciende a 30 desde septiembre de 2015.