Según el informe de la (EIA) «Perspectivas Energéticas a Corto Plazo» se espera que la demanda de petróleo en Estados Unidos aumente a 20,5 millones de barriles por día (bpd) en 2025. Esta cifra es inferior a la previsión anterior, que estimaba un crecimiento de 20,6 millones de bpd. Para el año 2024, la demanda se mantuvo sin cambios en 20,3 millones de bpd, lo que sugiere que las expectativas de consumo no han variado significativamente para el corto plazo.
La EIA revisa a la baja las proyecciones de demanda y producción de petróleo
A nivel mundial, la EIA anticipa que la demanda de petróleo crecerá a 104,3 millones de bpd en 2025, lo que representa una reducción de 300.000 bpd respecto a las estimaciones anteriores. Para este año, la demanda mundial se prevé en 103,1 millones de bpd, una disminución de 20.000 bpd en comparación con pronósticos anteriores. Este descenso en la demanda global es un signo claro de las turbulencias que atraviesa el mercado energético.
Las reducciones en las previsiones para 2023 están vinculadas principalmente a la disminución de las importaciones de petróleo y a la actividad de las refinerías en China, que se ha convertido en el mayor comprador de crudo en el ámbito internacional. La EIA señala que la reducción de la actividad industrial y el crecimiento manufacturero en Estados Unidos y Canadá también están detrás de los recortes en las proyecciones para el próximo año.
«El debilitamiento en la producción industrial y el crecimiento del sector manufacturero son señales de que el consumo de energía podría verse afectado en el corto plazo», afirmó un portavoz de la EIA. Estos cambios reflejan una economía global que aún enfrenta desafíos significativos, incluidos altos costos de producción y una inflación persistente.
En lo que respecta a la producción de petróleo, la EIA prevé que Estados Unidos, el mayor productor mundial de crudo, alcanzará cifras récord, aunque menores a las previstas anteriormente. Para este año, se anticipa que la producción diaria alcanzará los 13,22 millones de Bpd, superando la previsión anterior de 12,25 millones de Bpd.
Sin embargo, las proyecciones para 2025 también han sido revisadas a la baja, con una expectativa de producción promedio de 13,54 millones de bpd, un 1% inferior a la previsión anterior de 13,67 millones de bpd. Este ajuste podría tener implicaciones significativas en el mercado energético global, dado que Estados Unidos juega un papel crucial en la oferta de crudo.
La revisión a la baja en las previsiones de demanda y producción de petróleo plantea preguntas sobre el futuro del mercado energético. A medida que se avanza hacia 2025, los actores del sector deberán ajustar sus estrategias para enfrentar un entorno de consumo más débil. Además, las tensiones geopolíticas y las políticas medioambientales pueden influir en las decisiones de inversión y producción en el sector.
En resumen, el informe de la EIA revela un panorama menos optimista para la demanda de petróleo en Estados Unidos y el mundo. Las expectativas de crecimiento más lentas pueden ser un indicativo de un mercado que está respondiendo a cambios económicos y estructurales significativos, lo que podría tener un efecto duradero en la industria energética.
La (EIA) continúa monitoreando la situación; será crucial observar cómo estas proyecciones impactan las decisiones de los productores, las inversiones en infraestructura y las políticas energéticas.
