El bijao: una oportunidad verde que podría cambiar el panorama en Nariño

Para  un departamento como Nariño, el bijao representa una alternativa de sustitución con grandes beneficios

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Colombia concentra la mayor parte de los cultivos de coca en el mundo. Según cifras publicadas en 2024 por Statista, el país concentra el 65% de las áreas sembradas, con 230.000 hectáreas, seguido por Perú con un 27% y Bolivia con el 8%. Esta realidad se evidencia especialmente en departamentos como Nariño, Norte de Santander y Putumayo, que en conjunto suman el 65% del total de cultivos que hay en Colombia.

Solo en Nariño, la superficie cultivada pasó de 30.751 hectáreas en 2020 a 64.989 en 2023, y en Tumaco se registraron 22.999 hectáreas, lo que evidencia la necesidad de trasformar  la economía local.

En el marco del proceso de paz, la sustitución de cultivos ilícitos es una pieza clave para que las comunidades no dependan económicamente de la coca. Actualmente, Nariño explora alternativas que permitan no solo reemplazar este cultivo, sino también para impulsar la economía local. Entre los planes en marcha, se encuentra la sustitución de 1.000 hectáreas de coca por cacao. Investigaciones recientes señalan además que cultivos como el açaí o el bijao ofrecen ventajas interesantes.

El bijao, es una planta con hojas similares a la del plátano, originaria de Latinoamérica, conocida por su uso tradicional como envoltorio del bocadillo veleño. Hoy, algunas empresas colombianas han comenzado a transformarlo en un material biodegradable que sustituye el plástico en productos como platos, cubiertos y vasos desechables.

Para  un departamento como Nariño, el bijao representa una alternativa de sustitución con grandes beneficios: es un cultivo de bajo costo, de crecimiento al aire libre, que puede producir durante 20 años gracias a su constante renovación. A partir de los ocho meses comienza a generar hojas, y una hectárea puede representar ingresos cercanos a $6.500.000 mensuales, según datos de empresas procesadoras de bijao.

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Un aspecto especialmente atractivo es que existen compañías dispuestas a garantizar la compra de las hojas hasta por diez años, lo que brinda estabilidad y reduce el riesgo para los campesinos. A diferencia de otros cultivos como el cacao o el açaí, el bijao atiende simultáneamente dos frentes: contribuye a los objetivos del proceso de paz, sustituyendo un cultivo ilícito, y aporta al cuidado del medio ambiente al ser materia prima para productos biodegradables que reemplazan el plástico.

El Bijao y las oportunidades para Colombia

El bijao es una oportunidad de negocio. Sus hojas, así como los productos finales elaborados con ellas, pueden ser interesantes en mercados nacionales e internaciones, pueden atraer inversión internacional y obtener respaldo de diferentes instrucciones que también trabajan en pro del proceso de paz y a los objetivos medioambientales.  Además, impulsa la generación de empleo formal en zonas que históricamente han dependido de economías ilícitas.

Por todo lo anterior, el bijao no es únicamente una hoja, es una oportunidad de transformación. Una herramienta para combatir la economía ilegal, con potenciales compradores, un cultivo viable en el departamento, bajos costos de producción y la capacidad de sustituir el plástico en productos desechables.

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