En su informe semestral, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha proyectado un crecimiento económico en América Latina muy modesto durante este año y el próximo, con la excepción notable de Argentina. El informe, publicado el jueves desde la sede del organismo en París, destaca que la demanda externa continúa siendo débil, lo que impacta en el crecimiento de la región.
Según las estimaciones de la OCDE, las principales siete economías latinoamericanas experimentarán un crecimiento promedio del 1,4% en 2024, una ligera desaceleración con respecto al avance del 1,9% registrado en 2023. Se espera que este ritmo se incremente ligeramente en 2025, alcanzando el 2,4%, gracias a un mayor crecimiento de la demanda externa y una menor inflación, que se estabilizaría dentro de los rangos meta de los bancos centrales.
Le puede interesar: Colombia es el país que más consume agua a nivel mundial, según la OCDE
Por qué es importante: El pronóstico de la OCDE ofrece una visión crucial sobre el panorama económico de América Latina, siendo un referente confiable para los inversores, gobiernos y empresas que buscan comprender las tendencias y riesgos en la región. Los datos proporcionados permiten evaluar la salud económica de los países y ajustar políticas para estimular el crecimiento y mitigar posibles crisis.
Perspectivas del crecimiento económico en América Latina en 2024 y 2025
Detalles: Dentro del informe se destacan algunos aspectos específicos, como el liderazgo de Costa Rica en el crecimiento económico, así como las previsiones menos alentadoras para economías clave como Brasil y México. Además, se subraya la necesidad de abordar desafíos como las tensiones geopolíticas y los riesgos climáticos, que podrían afectar negativamente la actividad económica en la región.
Por su parte Colombia crecería un 1,2 en 2024 y en 2025 tendría un leve aumento al 3,3 de crecimiento económico, lo cual plantea unos desafíos para el país y sus gobernantes.
Contexto: América Latina enfrenta una serie de desafíos económicos y sociales, desde la volatilidad de los mercados financieros hasta la persistente desigualdad y la dependencia de materias primas. En este contexto, los pronósticos de crecimiento económico de la OCDE proporcionan orientación para la formulación de políticas y estrategias de desarrollo a nivel nacional y regional.
Panorama general: Si bien se vislumbra un crecimiento moderado en el horizonte, los riesgos económicos persisten y podrían obstaculizar el progreso. Es crucial que los gobiernos y actores relevantes trabajen en conjunto para fortalecer la resiliencia económica y abordar los desafíos estructurales que enfrenta la región, asegurando un crecimiento sostenible e inclusivo a largo plazo.