Decenas de restaurantes han cerrado sus operaciones definitivamente en las principales ciudades del país, y desde luego, en las intermedias que fueron las que primero registraron quiebras, ¿volverán?, posiblemente no.
Confidenciales 360
Están más que identificados los sectores que serán los últimos en volver a activarse en una nueva normalidad, o incluso, quienes jamás podrían volver a operar como antes, por lo menos hasta que no se conozca la veracidad de una vacuna que sea funcional, que esté distribuida, se aplique y en teoría, hasta que el mundo llegue a superar este coronavirus que tanto mal ha hecho.
Los restaurantes, bares, discotecas, gimnasios y demás escenarios que presenten aglomeraciones como conciertos, partidos de cualquier disciplina deportiva, foros, congresos, centros vacacionales, no estarán en las condiciones de una reapertura controlada, por lo menos en lo que a Colombia respecta.
En otros países como España, uno de los más afectados por el Covid-19, se ha contemplado que, en fase de reactivación superior a una tercera o cuarta parte del total, los gimnasios y cines, por ejemplo, puedan operar con un tercio de su ocupación, pero en Colombia ese escenario ni siquiera se ha contemplado.
Innovaciones en el mundo se han hecho, se ha conocido como algunas industrias de plástico o tela ha brindado portafolios a restaurantes en Shanghái, Hong Kong, Dubái, Estados Unidos, Alemania e Italia, para separar las mesas, tener cristales que puedan distanciar a los comensales y uniformes equipados con normas de bioseguridad para los meseros y cocineros.
Sin embargo, no solamente esto le quitará la secuencia que traían los restaurantes, sino que lo haría para muchos, algo muy impersonal.
En Colombia, quizá, estas innovaciones llegarían muy tarde para los restaurantes que hoy han tenido que cerrar definitivamente. No es solamente el restaurante que se cierra, es el local que se deja de arrendar, los impuestos que dejan de pagar, los empleos que no se podrán mantener y generar, y la afectación al comercio, sus distribuidores y toda la cadena.
Lo cierto es que hoy los domicilios no están surtiendo ni siquiera la cobertura del 60% o 70% de los gastos. 360 Radio se ha dado a la tarea de conversar con 16 restaurantes en las ciudades capitales del país, y entre todas han llegado a un consenso general en el que las ventas no están logrando cubrir el valor de la nómina y mucho menos los valores que tenían antes cubiertos y que claramente, les permitía generar ganancias.
Los restaurantes que actualmente reportan más ventas están llegando al 70% de lo que vendían. Además, existe cierto temor entre diferentes poblaciones por pedir domicilios, y por ello distintos restaurantes han optado por salirse de plataformas como Rappi y Uber Eats, para disponer de un propio sistema de mensajería donde se garantice total aseo, salubridad y condiciones sanitarias a los comensales, ya que son muchos los casos de domiciliarios que no guardan distancia social y tampoco tienen condiciones de higiene y aseo decentes, por lo que serían focos de transporte del virus, lo cual ha traído desconfianza para que las personas pidan domicilios.
El plan que están contemplando los restaurantes es cerrar, los locales buscan vender todo el mobiliario que se pueda, pero el problema es que no hay quien los compre. El objetivo de muchos es operar desde bodegas o cocinas especializadas para tratar de reducir costos, pero esto solo lo podrán hacer los restaurantes que tienen músculo financiero, y que son pocos en el país.
El sector de los restaurantes es uno de los que puede estar en vía de extinción en Colombia y qué requiere más alicientes, no solamente del Gobierno, sino avanzar en la innovación de procesos y en la adopción de sistemas de domicilios autónomos para garantizar la confianza y seguridad de los consumidores.