Por: José Félix Lafaurie
El ‘Día D’ es la fecha para asestarle al enemigo un golpe contundente. El 27 de mayo de 2016 quedará registrado para la ganadería como el día en que el Gobierno, a través del ministro de Agricultura, asestó el golpe final al Fondo Nacional del Ganado, y seguramente a la empresa Friogán, en su afán de retaliar contra Fedegán. Un verdadero ‘Día F’.
No comulgamos con la política agropecuaria del Gobierno y, principalmente, con el hecho de haberla negociado en La Habana, junto con el futuro del campo y la libertad de sus productores, los ganaderos principalmente; y nuestra ha sido la posición valiente de expresarlo públicamente. Bien decía Vicky Dávila en reciente entrevista –y sabe por qué lo dice–, que “tener valor es muy importante en este país, pero cuesta mucho”.
A Fedegán le ha costado una lesión enorme a su buen nombre, además de la pérdida de la administración del Fondo Nacional del Ganado, un logro de la Federación hace 22 años, gracias a su representatividad y capacidad administrativa, las cuales empezaron a ser cuestionadas sistemáticamente con mentiras y medias verdades, desde la tristemente célebre gestión de Juan Camilo Restrepo.
Durante 21 años entregamos informes semestrales sin observaciones del Ministerio, y todas las decisiones se tomaron en la junta presidida por el ministro o su delegado. Durante 21 años fuimos auditados por la Contraloría con altas calificaciones y, lo más importante, durante 21 años mostramos importantes resultados que hoy están en riesgo.
Pero no le bastó al ministro quitarle a Fedegán la administración del Fondo, sino que, sin reparar en el daño a la ganadería, lo llevó a su liquidación con argumentos y acciones que no resisten análisis y, por ello, quedan en manos de la justicia y las instancias disciplinarias.
A Friogán S.A. le podría costar su subsistencia. El sacrificio de ganado es una deuda de la política pública, y Friogán es parte de esa transformación. La empresa enfrentó dificultades por la pérdida del mercado venezolano y la prórroga del Decreto 1500 de 2007 en beneficio de la informalidad. Aun así, la Ley 1116 le da posibilidades de recuperación, algo que el Ministerio ha impedido para llevarla a liquidación. No ha valido la solicitud del gobernador de Antioquia al presidente de la República, frente a un plazo que expira el 31 de mayo; ni ha valido siquiera la oferta de un inversionista interesado en capitalizar, que llegó al Banco de Occidente a saldar la deuda del mayor acreedor y fue rechazado.
Perdió Fedegán y pierde Friogán si se liquida; perdieron la parafiscalidad y la institucionalidad gremial; perdieron su empleo 349 empleados del Fondo, y perdió la ganadería. Pero no importa, el ministro logró su ‘Día F’.
Nota bene. ¿A quién realmente le estorban Fedegán y Lafaurie? Esperen a que llegue el postconflicto y el nuevo campo colombiano al estilo Farc.