Debemos destacar que la deforestación en Colombia es su principal fuente generadora de gases de efecto invernadero causante del Cambio climático con el 33% de ellas. Con toda razón sostiene el reconocido experto ambientalista Pablo Ruíz que para honrar el compromiso de reducir en un 51% sus emisiones hacia el 2030, “la prioridad nacional debe ser reducir la deforestación, mejorar el manejo de la tierra y reducir la demanda interna de hidrocarburos”, así como mejorar la calidad de los mismos.
Por: Amylkar Acosta
En el año 1971 los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) acordaron celebrar el 21 de marzo de cada año el Día Mundial Forestal. Se trata de destacar y ponderar la importancia de los recursos forestales, los cuales contribuyen a la reproducción y desarrollo sostenible de todas las especies que habitan el globo terráqueo, incluido el ser humano. Tienen la virtud de capturar el CO2 que flota en el medio ambiente y libera oxígeno a través de sus estomas, un proceso inverso al de los humanos que inhalan oxígeno y exhalan CO2.
Se estima por parte de la FAO que cada año más de 130.000 km2 de bosques se pierden debido a la deforestación. El caso de Colombia es dramático: entre 2015 y 2016, cuando alcanzó las 179.000 hectáreas, se incrementó la deforestación el 44%, en el 2017 se deforestaron 219.973 hectáreas, incrementándose el 23% con respecto al año anterior. En el 2018, según el IDEAM se registraron 280.000 hectáreas deforestadas, un 27.2% más con respecto al 2017, alcanzando su máximo histórico. Luego se reduciría la deforestación, registrando en el 2019 la cifra de 158.894 hectáreas, tendencia que se revirtió el año siguiente, alcanzando un registro de 171.894 hectáreas en 2020 y 174.103 hectáreas en 2021, una extensión mayor que todo el territorio del Distrito especial de Bogotá en un solo año (¡!).
La peor parte de esta depredación, de este ecocidio, la ha llevado la Amazonía colombiana, el daño infligido es de tal magnitud que, según datos revelados por el Ministerio de Ambiente y desarrollo sostenible (MADS), en dos décadas, entre 2001 y 2021 de las 3.182.876 hectáreas devastadas 1.858.285 hectáreas (58%) corresponde a la que es considerada el pulmón del Planeta. Cuando no se conoce todavía el consolidado del año anterior, sólo en el primer semestre de 2022 se perdieron más de 52.000 hectáreas de sus bosques (¡!).
Debemos destacar que la deforestación en Colombia es su principal fuente generadora de gases de efecto invernadero causante del Cambio climático con el 33% de ellas. Con toda razón sostiene el reconocido experto ambientalista Pablo Ruíz que para honrar el compromiso de reducir en un 51% sus emisiones hacia el 2030, “la prioridad nacional debe ser reducir la deforestación, mejorar el manejo de la tierra y reducir la demanda interna de hidrocarburos”, así como mejorar la calidad de los mismos.
Colombia, particularmente, cuenta con más del cincuenta por ciento de su superficie continental e insular cubierta por bosque natural; condición que le da el rol de país forestal por excelencia. Ello da la medida de la magnitud de la responsabilidad que le incumbe en cuanto se refiere a la protección de sus bosques. Pero esta tarea y sus costos, que son cuantiosos, no los puede asumir el país en solitario, se requiere del apoyo y cooperación de la comunidad internacional.
Del mismo autor: El Fantasma Del Racionamiento