Por: José Miguel Santamaría Uribe
Aunque todavía no se sepa cual será el fin de la película, lo que si está claro es que está a punto de acabar, la revolución bolivariana hizo metástasis, no solo ha impactado Venezuela sino a todos los países vecinos por la migración de personas que buscan paliar la desgracia que están viviendo.
Los datos económicos del país vecino no tienen precedentes en la historia reciente, la inflación en el 2018 fue mayor al 1.000.000%, con la cantidad de aumentos del salario este no llega a ser mas de 4 dólares mensuales, la pobreza ha aumentado a niveles del 86%, el aparato productivo del país es nulo, las nacionalizaciones y la corrupción acabaron con miles de empresas, y para terminar la producción petrolera bajo de 3 millones de barriles día a menos de 1 millón. El país mas rico de América latina está en la mala.
Socialmente también se ve un gran deterioro sobretodo en los índices de violencia, Caracas es hoy en día una de las ciudades mas violentas del mundo, el deterioro social y la corrupción han llegado a niveles insospechados.
El país más perjudicado de este desastre ha sido de lejos Colombia, tenemos una frontera de mas 2.200 kilómetros, durante mucho tiempo fue nuestro principal socio comercial, hoy de ese comercio queda muy poco, adicionalmente ha servido de refugio y socio de los grupos narcoterroristas los cuales vienen y delinquen para después esconderse allá con la anuencia y respaldo del gobierno. Adicionalmente han querido exportar su modelo socialista y para eso han ayudado económicamente a muchos políticos de izquierda colombianos que han logrado incubar ese pensamiento y modelo económico en los jóvenes, todavía tenemos ese riesgo latente. La migración de venezolanos a Colombia sobrepasó hace rato el millón de personas, eso a generado un problema económico y social muy grande.
Por eso cuando las personas se preguntan que hace el presidente Iván Duque metiendo las narices en Venezuela en vez de estar gobernando Colombia les debemos contestar sin ningún titubeo que el problema venezolano es de la mayor prioridad para nosotros, lo que no era entendible fue la manera como el gobierno anterior cerró los ojos ante esto.
El respaldo de mas de 60 países al presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó para qué asuma la presidencia interina y llame a elecciones libres es un paso muy grande para lograr el cambio y la salida del régimen dictatorial de Nicolás Maduro, gran parte de esta estrategia ha tenido el liderazgo activo de nuestro presidente, de la organización de Estados Americanos OEA, y de los Estados Unidos. Aunque no se puede cantar victoria, nunca se había estado tan cerca de lograr ese anhelado cambio.
Las incidencias económicas y sociales favorables para Colombia del cambio en Venezuela son inmensas, en el corto plazo el solo hecho que los migrantes vuelvan a su país nos genera un alivio grandísimo; en el mediano plazo los colombianos seremos seguro protagonistas de la reconstrucción de su economía y de su aparato productivo, llegará mucha ayuda de todo el mundo, crecerá la inversión extranjera y aumentará el comercio exterior.
Como ven la jugada del presidente Duque ha sido magistral, si la presión internacional logra tumbar la dictadura de Maduro, se mejorará la seguridad y el orden público, los bandidos ya no tendrán esa guarida, el narco tráfico perderá un gran aliado, económicamente se nos abren grandes oportunidades comerciales y de inversión, y como si fuera poco retomamos un liderazgo regional que se había perdido por cuenta de la diplomacia de la paz.
Esperemos pues que esta sea la vencida y que el bravo pueblo venezolano pueda recuperar su país con la ayuda de la comunidad internacional.