La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, anuncia mesa de diálogo luego de tres días desde que dio inicio el paro minero y campesino que se ha extendido a diferentes zonas del territorio nacional. Las manifestaciones responden a la inconformidad que ha generado el decreto 044 de 2024 y a los efectos que este podría tener no solo para la actividad minera, sino también para otros sectores productivos.
Diálogo abierto: el Gobierno escucha a los trabajadores mineros y campesinos
Si bien las movilizaciones se han desarrollado de manera pacífica, los bloqueos en vías clave han complicado la movilidad, particularmente en regiones como el Bajo Cauca antioqueño, Santander y Boyacá.
Desde Antioquia, por ejemplo, el gremio de Defensa para el transporte terrestre de carga (Defencarga) hizo un llamado al Gobierno Nacional para que atienda esta situación con urgencia y así evitar «mayores afectaciones a la economía, al sector logístico y al bienestar de millones de colombianos».
De acuerdo con la agremiación, en solo dos días, se ha comprometido el despacho de 70.167 toneladas de productos, impactando el abastecimiento y la productividad.
Los puntos más críticos que se han identificado en esta región son: vía Cisneros-Barbosa, en el sector Porcesito; vía Los Llanos-Tarazá, sector La Bomba Texaco; vía Tarazá-Caucasia, sector El Coliseo y vía Caucasia-La Apartada, sector Campo Alegre.
Por su parte, en Boyacá, la Gobernación dio a conocer que los bloqueos están impactando el suministro de combustible. En total, son 10 los municipios en los que se reporta desabastecimiento de gasolina, incluyendo Santa Rosa, Sogamoso, Pesca, San Mateo, Gameza, Iza, Duitama, Tibasosa, Firavitoba y Belén.
El reporte de la administración departamental también señala que Belén presenta complicaciones en el servicio de transporte público y la localidad de Pesca en el servicio de transporte escolar. Además, se ha venido registrando acumulación de basuras en siete municipios.
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