El gobierno anunció el despliegue de 2.500 millones de pesos para mitigar el desastre ambiental en los municipios más afectados del país, como Quibdó, la capital del departamento del Choco, que ha registrado graves inundaciones debido al aumento de los caudales de los ríos.
Gobierno Colombiano despliega recursos y ayuda humanitaria ante crisis por lluvias y deslizamientos
La medida fue tomada 20 horas después de que el presidente Petro decretara una situación de desastre en todo el país, reconociendo la magnitud de la crisis que se está viviendo. En un mensaje a la nación, el mandatario indicó que la emergencia afecta a múltiples regiones, y destacó tres áreas como prioritarias para la intervención inmediata: Alta Guajira, todo el departamento de Choco y Bogotá, que enfrenta una crisis de escasez de agua potable.
Zonas prioritarias y despliegue de ayuda humanitaria
En el marco de las acciones para enfrentar esta crisis, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) activó un Puesto de Mando Unificado (PMU) con el objetivo de coordinar las acciones de respuesta a nivel nacional. De acuerdo con lo indicado por el director de la UNGRD, Carlos Iván Márquez, los primeros esfuerzos se están concentrando en los territorios más golpeados por los desastres naturales.
El Chocó ha sido identificado como una de las zonas de mayor impacto. La UNGRD ha despachado ya 10.000 kits alimentarios al departamento, mientras que personal del Ejército, la Policía, la Armada y otras entidades operativas están colaborando en las labores de rescate, evacuación y distribución de ayuda humanitaria.
Además, la UNGRD ha activado un equipo técnico especializado para asistir a los municipios afectados en la identificación de los daños y el registro de los damnificados. Este equipo también está trabajando en la implementación de un Plan de Acción Específico (PAE), que incluye la adquisición de más recursos y equipos para asegurar la continuidad de la asistencia.
En cuanto a los municipios más aislados, el equipo de la UNGRD ha realizado visitas de inspección para evaluar el terreno y planificar un sobrevuelo en aquellas áreas a las que aún no se ha podido acceder por vía terrestre. Las autoridades han expresado su preocupación por la dificultad de acceso a algunas zonas, lo que ha retrasado la llegada de ayuda a las comunidades más afectadas.
En el municipio de Nuquí, Chocó, las autoridades locales, con el apoyo del Gobierno Nacional, lograron ejecutar previamente obras de mitigación con el fin de reducir el impacto de las lluvias. A través de la inversión de 1.140 millones de pesos, se llevaron a cabo trabajos de canalización y reparación de infraestructuras en sitios críticos como la zona de Termales. Estas obras resultaron clave para evitar el desbordamiento de ríos que amenazaban con inundar varias localidades.
Aunque estos esfuerzos han ayudado a reducir los riesgos inmediatos, las autoridades advirtieron que la situación sigue siendo muy volátil, y que se deben seguir implementando más proyectos de infraestructura para prevenir desastres mayores en el futuro.
El Ideam continúa monitoreando las condiciones climáticas, y ha emitido alertas sobre la posibilidad de nuevas lluvias intensas, especialmente en las zonas afectadas. La comunidad científica también ha señalado que este tipo de fenómenos climáticos, relacionados con la temporada de lluvias, son cada vez más frecuentes debido a los efectos del cambio climático.
En respuesta a la creciente vulnerabilidad del país ante desastres naturales, la UNGRD ha instado a los ciudadanos a tomar medidas preventivas, como evitar transitar por zonas de alto riesgo y mantener la calma mientras se implementan las acciones de emergencia. Además, se ha solicitado la colaboración de los gobernantes locales para coordinar mejor los esfuerzos de evacuación y atención a los afectados.
A medida que la crisis avanza, las autoridades colombianas siguen pidiendo a la comunidad internacional solidaridad y apoyo, y se comprometen a continuar trabajando en la reconstrucción de las áreas devastadas por las lluvias y los deslizamientos. En este contexto, el llamado a la acción sigue siendo claro: la prevención y la respuesta efectiva ante situaciones de emergencia son clave para mitigar el impacto de los desastres naturales en el país.