Independiente de la posición o ideología política, la realidad es que hoy Colombia está a punto de perder su capacidad aérea por la edad de los aviones para preservar la soberanía y así se le informó al presidente Petro.
Por: Redacción 360 Radio
Como parte del empalme y luego de ello, como presentación de informes a la nueva cúpula de las Fuerzas Militares y al Gobierno, como una obligación institucional y alineada a la Constitución, los encargados en la Fuerza Aérea de dar este parte al Gobierno fueron contundentes en exponer la situación por la cual atraviesa Colombia en materia de capacidad aérea basado en sus escuadrones de combate que actualmente están conformados por los viejos y antiguos aviones de fabricación israelí Kfir.
Aviones Kfir que se compraron repotenciados y de tercera mano luego de que la flota de aviones Mirage cumpliera su ciclo hace más de 17 años. Desde el año 2014, en el Gobierno Santos, la Fuerza aérea como parte de una tarea de responsabilidad pues le informó al Gobierno de turno lo que tenía que suceder con el programa aéreo de defensa colombiana, dando a conocer fechas de retiro de los actuales aviones y opciones que se tenían en el mercado para reemplazar los Kfir.
Varias compañías fueron interesándose en esta opción de renovación, inclusive marcas coreanas y el infaltable gobierno de los Estados Unidos que siempre ha sido un aliado para el Gobierno de Colombia en esta materia. Los Gobiernos en ese entonces han estado al tanto de la situación pero las preocupaciones en la Fuerza Aérea Colombiana han ido creciendo paralelamente a ese silencio del Ejecutivo que por temor político y popular prefirió posponer y posponer la compra de unos nuevos aviones de combate.
Si bien, cuando el Ministro Pinzón salió de la cartera de Defensa, dejó toda una planeación para que Colombia no perdiera su capacidad aérea defensiva. Cada vez que se tocaban estos temas en las mesas de trabajo siempre eran engavetados, pospuestos y aplazados por cuenta de una decisión que ningún gobierno quería tomar porque significaba un costo político, de la oposición en su momento que ahora es Gobierno porque esa oposición se refirió sobre que era innecesario comprar aviones de combate argumentando que “Colombia debía mirar hacia la paz y hacia los lápices y no las bombas”.
Lo que sucede es que realmente en la mayoría de países estas decisiones no están al escrutinio público, sino de carácter oficial que se toman en el Gobierno pues son temas inherentes a la seguridad de un país que tienen unas fechas de caducidad de operaciones y de horas de vuelos. Entonces, Colombia está notificado hace mucho tiempo que en 2023 será el año en el que los aviones IAI Kfir dejen de volar.
Este medio de comunicación ha podido establecer que existe inconformidad al interior de la Fuerza Aérea porque hay pilotos que se niegan a volar esos aviones, muchos han salido de operaciones porque no están en condiciones para volar. Quizás una de las principales ventanas en las que las personas pueden identificar esto es en los desfiles militares del 20 de julio, donde antes la gente veía aproximadamente 6 a 8 aviones Kfir y ahora solo se ven 3 o 4.
La situación para el nuevo Gobierno es altamente preocupante porque se están encontrando con una realidad que en su momento no quisieron ver, con una realidad que atacaron y que no permitieron que tanto los gobiernos de Santos y Duque hicieran esta compra porque era claro que iban a presentarse protestas y críticas. De hecho, el año pasado al Ministro Restrepo, en medio de la reforma tributaria tuvo que negar muchas veces que se iban a comprar aviones aun cuando existen rubros para eso por la seriedad y la dimensión que tiene ese proyecto.
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Hoy, el Gobierno Petro a través de su Ministro de Defensa, está revisando con detalle cada una de las opciones que hay sobre la mesa, buscar cooperación militar con otros países. Es importante mencionar que Rusia hizo ofrecimientos a países latinoamericanos indicando que podían proveer no solamente armas sino aviones y otros sistemas de defensa. Está también el nuevo Gobierno mirando propuestas que han hecho empresas como Saab, Lockheed Martin, como Dassault Falcon.
El Gobierno Petro evitaría a toda costa buscar hacer una compra de nuevos aviones a cuenta también del costo político, pero entendiendo una vía de cooperación militar no ven el espacio o ambiente para hacerlo con Estados Unidos y buscarlo hacer con otros países como Rusia o China podría desatar problemas geopolíticos para Colombia, de manera que en los próximos meses el nuevo Gobierno se reunirá con empresas privadas para tratar de trazar hojas de ruta lo más convenientes para Colombia que permitan el reemplazo responsable de la flota de la Fuerza Aérea colombiana pues la Constitución les obliga a tener sus sistemas de defensa vigentes, útiles y funcionales.