Confidenciales 360.
El gravamen del 4×1.000 fue creado en Colombia mediante del decreto 2331 de 1998, todo para salvar, en ese entonces, a los bancos por una supuesta crisis financiera de esa época, tal y como lo decidió Andrés Pastrana.
Se planeaba que tenía una vigencia temporal de un año y con un fin específico, dar estabilidad y solidez al sistema bancario, y en teoría, proteger a los usuarios. El fallo de la Corte Constitucional en sus sentencias C122 y C136 de 1999, fueron las que determinaron que ese dinero se destinaría a la banca pública, a las cooperativas financieras y a los alivios para los deudores del sistema de Unidad de Poder Adquisitivo Constante (UPAC).
Lo cierto es que ya van más de 20 años con este impuesto y aún no desaparece. Todos los presidentes han recurrido a él, incluso el actual presidente Santos había prometido eliminarlo pero luego lo revivió.
Como diría una célebre frase: «no hay nada más permanente que un impuesto temporal», mucho más en estas épocas en las que se habla tanto de pagar impuestos y que las empresas se ven tan asfixiadas con alta carga tributaria.