El karma de los políticos

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Habitualmente podemos presenciar como las coyunturas de los políticos le terminan cobrando las incoherencias, irresponsabilidades y desastres que cometieron en el pasado.

Por: Andrés Felipe Gaviria

Como en muchas ocasiones he advertido a través de este y otros espacios, las decisiones que se toman en un Gobierno lastimosamente, en la mayoría de momentos, están ligados a unos intereses populistas, demagógicos y alegados de una responsabilidad. Esto hace que tanto opositores como quienes sustentan el poder, en un juego de intereses personales, prefieran no hacer nada que provoque al opositor o que le de herramientas para hacer campaña.

Estos opositores de manera descarada y mentirosa aprovechan cada decisión impopular que hay que tomar para poder hacer campaña y atacar a sus rivales políticos. Esa es la realidad de nuestro país, departamentos, municipios y ciudades.

Quisiera mencionar unos ejemplos sencillos y muy buen conocido por parte de todos.  El más reciente: el aumento del precio de la gasolina; desde la pandemia, nosotros teníamos conocimiento de que el valor que estábamos pagando por el precio del combustible era artificial y adulterado, pues empezamos a romper una relación con la realidad en cuanto al precio por cuenta de querer somatizar la coyuntura económica de ese entonces, que la inflación no subiera, que se presentara una recuperación del comercio, el turismo, etc; a través de unos combustibles que se estaban distanciando de lo que se debía de cobrar.

Por esta razón, es el hueco del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles fue cada vez haciéndose más grande, el cual nunca se quiso solucionar porque el Gobierno de Iván Duque se encontraba bajo amenaza y extorción por grupos políticos, como el de Gustavo Petro, quien a cada decisión de esa presidencia iban a salir para aprovechar para criticar, incendiar vías y generar caos. Esto generó que se convirtiera en un tiro y afloje de irresponsables y populismos, quienes intentaron poner primero sus intereses que las del país.

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De manera que ya ahí vemos cómo al Gobierno de Gustavo Petro le está tocando lidiar con una consecuencia que el mismo generó cuando no estaba en la presidencia, por lo que no vio otra solución que aumentar el precio de la gasolina en medio de un combate con la inflación y levantando bloqueos por algo que el mismo incentivo.

Podríamos mirar otros ejemplos, como el de los impuestos. En los últimos años no se ha cobrado el dinero suficiente a quienes tienen que pagar. Si no que para evitar bloqueos y protestas han preferido seguirle cargando el peso a los empresarios y a la clase media-alta que denominan como ricos.

Esto ha hecho que en Colombia sigamos manteniendo que el 30% de la población mantengan el 70% restante a través de subsidios y demás proyectos que se van a la basura, por no querer establecer nuevas reglas tributarias que sean más equilibradas y que nos libren de reformas tributarias cada año y medio.

Ya que nos acercamos a las elecciones locales. Que importante sería que la ciudadanía sea consiente de estas decisiones para que le exijan a los candidatos y gobernantes salientes que tomen decisiones apegadas a la realidad y que no generen en el futuro peores consecuencias, como las que estamos viviendo actualmente en el país.

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