Confidenciales 360
*A propósito de la confirmación de Guillermo Botero como ministro de Defensa, recordamos lo que habíamos señalado sobre el perfil ideal de la persona encargada de esta importante cartera.
Muchos consideran que este es el cargo más importante luego de la presidencia de la República.
El comité de empalme que envió Iván Duque al Ministerio de Defensa contiene los siguientes nombres: en el Ministerio de Defensa, el secretario técnico es Paola Buendía y los que conforman la comisión son: Tatiana Londoño, Alfredo Rangel, Aníbal Gaviria, Juan Emilio Posada, Ómar González, Daniel Mejía, Eduardo Calle, Carlos Patiño, Bernardo Ortiz, Rodolfo Amaya, Gustavo Matamoros, Adriana Mejía, Rafael Guarín y Jairo Libreros.
360 ha podido establecer contacto con varias personas encargadas de aspectos relacionados al empalme y con algunas fuentes del Ministerio, asegurando que en la práctica hay una preocupación porque se sabe que de este comité difícilmente salga el nombre del nuevo ministro de Defensa.
Fuera de esto, este Ministerio es tal vez el que mayor operación tiene en todo el territorio nacional, por lo cual se necesita una persona sumamente capacitada para estar al frente del mismo.
El Ministerio de Defensa no solamente tiene el gran, difícil y arduo reto de mantener la seguridad constitucional, la soberanía y el orden público en todo el país, sino que le va tocar afrontar toda esta etapa de posconflicto que estamos viviendo, la cual está resultando más sangrienta de lo que esperábamos, y también deberá afrontar una eventual desmovilización del Eln o del Clan del Golfo, por lo cual quedan siempre diásporas en el conflicto, se crean nuevos grupos criminales, los delitos a nivel urbano crecen de manera sistemática, el hurto a personas incrementa, los homicidios, la extorsión y lo que está de moda en estos momentos, los delitos informáticos.
Pero, el Ministerio también tiene la tarea de reformar todo lo que es la defensa terrestre y aérea del país, no solamente la flota de aviones de guerra, sino de helicópteros y todo lo que tiene que ver con dotación y provisión para las Fuerzas Armadas y Policía de Colombia.
El Ministerio tiene el viceministerio de Políticas y Asuntos Internacionales, el viceministerio GSED y Bienestar, el viceministerio de Estrategia y Planeación, además de unos funcionarios principales que son los que están en: la justicia penal militar, en el obispado castrense, el secretario general, la Dirección de Estudios Estratégicos, entre otras direcciones tan importantes como la de Ciencia, Tecnología e Innovación y la de Bienestar Sectorial y Salud.
El Ministerio por tanto, demanda a una persona que conozca muy bien a las Fuerzas Armadas y al territorio colombiano, que lo haya recorrido, que tenga buen contacto, relación y química ante toda la cúpula de las Fuerzas Armadas Colombianas y que ponga en práctica todas las virtudes militares, como lo son: respeto, disciplina, obediencia, subordinación, patriotismo, honor, lealtad, honradez, carácter, veracidad, valor, sacrificio, abnegación, entereza, espíritu de cuerpo, espíritu militar, compañerismo y responsabilidad.
Colombia también afronta, así algunos demeriten las amenazas como las que hacen constantemente desde Venezuela: que van a bombardear los puentes del país, que movilizan armamento constantemente a la frontera, que tenemos un pleito fuerte con Nicaragua y tenemos que recuperar la seguridad en todos los canales fluviales y fronteras, las cuales son porosas y de mucha extensión y hoy están descuidadas en nuestros límites con Ecuador y Venezuela.
En tal virtud, existe esa preocupación grande generalizada a nivel nacional por cuenta de quién llegará a esta cartera porque tiene que ser muy bueno, tiene que demostrar que es posible recuperar el orden, la seguridad y el control de nuestro país.
Y es que si echamos ojo a la lista de ministros de Defensa, Álvaro Uribe Vélez tuvo cinco ministros de esta cartera en cuatro años, lo cual tampoco es consistente y no demuestra una política de largo aliento en este importante ministerio sino que existieron demasiados cambios.
Marta Lucía Ramírez solamente duró un año, Jorge Alberto Uribe duró dos años, Camilo Ospina Bernal duró un año, Juan Manuel Santos fue quien duró más, pues estuvo tres años, y luego un año de Gabriel Silva Luján.
Mientras que con el presidente Santos quien más duró fue Juan Carlos Pinzón, pues estuvo cuatro años y obtuvo los mejores reconocimientos y logros durante su gestión en esta cartera, pero por decisión personal y por diferencia de criterio en ese momento con el gobierno, decidió abandonar el Ministerio para que luego se prosiguiera con un ministro más a gusto del presidente y terminó nombrando a Luis Carlos Villegas, quien resultó siendo una gran equivocación.
Por lo tanto en ese Ministerio de Defensa no se pueden equivocar, se requiere a alguien con acceso al gobierno de los Estados Unidos y con las mejores relaciones políticas, económicas y gremiales, también ahora que Colombia ingresará al tratado de la Otan, entonces no se puede ubicar allí a cualquier desconocido y tiene que tener un pensamiento estratégico, geopolítico y económico, pues así lo necesita en este momento el país.
No hay espacio para la improvisación, los retos son inmensos tanto a nivel interno como externo, y le plantea un gran reto al presidente Iván Duque sobre quién nombrar en esta cartera. Además, una persona que no tenga ni siquiera una investigación abierta, sino que sea proba, con don de mando, inteligente y que conozca al país y las Fuerzas Armadas.
Duque debe poner por encima al país antes que cualquier tema político o de apoyos, y la necesidad del país es que llegue un gran ministro de Defensa.
*A propósito de la confirmación de Guillermo Botero como ministro de Defensa, recordamos lo que habíamos señalado sobre el perfil de la persona encargada de esta importante cartera.