La presencia de James Rodríguez en el fútbol colombiano ha sido, por años, un punto de conexión emocional entre la Selección y el país. Ahora, el volante cucuteño suma un capítulo inesperado a su trayectoria: su llegada como embajador oficial de Cerveza Aguila, una decisión empresarial que lo ubica en el centro de una de las marcas más reconocidas del país.
Bavaria anunció la alianza en un momento simbólico, justo cuando Colombia regresa al Mundial de 2026 con James como una de sus figuras determinantes.
La marca presentó al ’10’ como la cara de su plataforma “El fútbol es con Aguila”, un territorio de comunicación que busca fortalecer la relación emocional entre el deporte y los hinchas. Este vínculo no es nuevo: Aguila ha sido uno de los acompañantes históricos de la Selección Colombia y quiere que James Rodríguez represente esa mezcla de liderazgo, esperanza y unidad que genera el fútbol.
James Rodíguez: embajador de Cerveza Águila
La llegada de James Rodríguez a Aguila no es solo una jugada comercial, sino un gesto que se conecta con su propia historia. Antes de convertirse en goleador mundialista, el cucuteño llamó la atención del país cuando ganó el Pony Fútbol a los 12 años. Hoy, Bavaria recuerda ese pasado como un símbolo de su apoyo al talento colombiano: mientras Rodríguez crecía futbolísticamente, la marca construía presencia alrededor de los grandes hitos del balompié nacional.
En su anuncio oficial, Sergio Rincón, presidente de Bavaria, destacó que la elección del jugador refleja la intención de unir pasión deportiva y orgullo nacional. Lo que resuena, más allá de la frase corporativa, es que la figura de James Rodríguez sigue siendo un referente capaz de mover a millones de hinchas incluso fuera del campo.
El protagonismo del jugador en campañas, activaciones y narrativas publicitarias será inmediato. Bavaría espera que su experiencia internacional —pasando por Real Madrid, Bayern Múnich, Everton y diferentes ligas del mundo— ayude a amplificar el mensaje de identidad y unión que quiere reforzar en un año en el que la Selección vuelve a soñar en grande.
La alianza también revive los momentos que marcaron a James Rodríguez como una de las caras más reconocidas del fútbol global. Su Botín de Oro en Brasil 2014, el Premio Puskas y los goles que hicieron vibrar al país siguen siendo referencias inevitables cuando su nombre aparece en titulares.
Con este movimiento, Bavaria busca fortalecer su presencia en los territorios donde se construye este sentimiento colectivo. Y aunque la estrategia es empresarial, la historia que la respalda es profundamente emocional: la de un jugador que marcó generaciones y la de una marca que por décadas ha estado en las celebraciones, frustraciones y esperanzas del fútbol colombiano.
En tiempos de Mundial, país e hinchas miran nuevamente hacia James Rodríguez, ahora desde un rol distinto, pero con el mismo peso simbólico: ser parte activa de la emoción que mueve a Colombia.
