El peso colombiano se ha convertido en una de las monedas más fuertes de los mercados emergentes durante diciembre, al registrar el mejor desempeño cambiario dentro de este grupo en un mes marcado por la volatilidad internacional y el debilitamiento del dólar. La divisa local ha logrado una apreciación significativa frente al dólar, superando a otras monedas de América Latina, Asia y África.
De acuerdo con cifras del mercado cambiario internacional, la moneda colombiana mostró una valorización cercana al 3,2% entre el 1 y el 26 de diciembre, lo que la ubicó en el primer lugar entre las principales divisas emergentes. Detrás del peso se ubicaron el baht tailandés, el rand sudafricano, el peso chileno y el peso mexicano, todos con avances superiores al 2%, lo que refleja un contexto generalizado de fortalecimiento de estas monedas frente al dólar.
El peso colombiano lidera las ganancias entre divisas emergentes en diciembre
En contraste, no todas las economías emergentes corrieron con la misma suerte. Monedas como el real brasileño, la lira turca, la rupia indonesia y la rupia india cerraron el mes con pérdidas, evidenciando que el comportamiento cambiario ha sido heterogéneo y muy dependiente de factores locales y de la percepción de riesgo de los inversionistas.
Analistas del mercado explican que uno de los principales motores de la apreciación del peso colombiano ha sido la expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos inicie un ciclo más agresivo de recortes en sus tasas de interés durante 2026. Este escenario reduce la rentabilidad relativa de los activos en dólares y favorece la salida de capitales hacia mercados con mayores rendimientos, como los emergentes.
A este entorno se suma un mayor apetito por el riesgo en los mercados financieros globales, impulsado por señales de estabilidad económica y por la moderación de la inflación en las principales economías. En este contexto, los inversionistas han vuelto a buscar oportunidades en países como Colombia, lo que se ha traducido en un mayor flujo de capitales y, por ende, en una mayor oferta de dólares en el mercado local.
Factores internos también han jugado un papel clave. La dinámica del endeudamiento del Gobierno y la colocación de títulos de deuda pública han generado movimientos financieros que implican la conversión de dólares a pesos, lo que ha presionado a la baja la tasa de cambio. Asimismo, algunas empresas y entidades financieras han adelantado procesos de monetización de divisas, aumentando aún más la liquidez en el mercado cambiario.
Otro elemento que ha influido es el debilitamiento del dólar a nivel global. En 2025, la divisa estadounidense perdió parte de su atractivo como activo refugio, en medio de un entorno de mayor incertidumbre política y económica en Estados Unidos, así como de cambios en la política fiscal y monetaria. Esto ha llevado a que los inversionistas diversifiquen sus portafolios hacia otras monedas y mercados.
El comportamiento del dólar en diciembre ha sido particularmente llamativo, ya que tradicionalmente la demanda por esta divisa suele aumentar hacia el cierre del año. Sin embargo, en esta ocasión, la combinación de expectativas de tasas más bajas, flujos de capital hacia Colombia y una menor búsqueda de refugio en dólares generó una tendencia contraria.
De cara a 2026, los analistas advierten que la sostenibilidad de esta apreciación dependerá de la evolución de la política monetaria estadounidense, de la estabilidad macroeconómica local y del clima de los mercados internacionales. Por ahora, el peso colombiano cierra el año como una de las monedas emergentes más fuertes.