El diputado del Centro Democrático, Jorge Iván Restrepo, habló en entrevista exclusiva para 360 Radio sobre la situación de la salud en Colombia y en Antioquia, Hidroituango y sobre sus sensaciones con respecto al nuevo Gobierno de Iván Duque.
360 Radio: ¿Cómo evalúa la gestión del ministro de salud Alejandro Gaviria y lo que va a recibir hoy el Gobierno de Iván Duque?
Jorge Iván Restrepo: El tema de la salud es el más espinoso que tiene este país, después de la corrupción, y está teniendo que ver en la crisis que hay en la salud en el momento. Hemos coincidido en que en el país hace falta una reestructuración de la aplicación de la ley 100, no porque sea mal estructurada sino porque hay distintos caminos para llegar a lo mismo y las leyes de este país todo lo permiten.
Las redes integradas en salud son una propuesta que venimos haciendo hace mucho tiempo y que cobijan todo este trasegar de los recursos de la salud, en donde los costos de la ineficiencia son gravísimos: estamos perdiendo vidas, dejando que los pacientes se compliquen para atenderlos ya de esa manera con unos sobre costos gigantes, estamos repitiendo exámenes por la falta de una sistematización en los pacientes y en las órdenes para que tengan un solo examen.
Las acciones legales no funcionan: las tutelas y los desacatos son lo «normal». Las aseguradoras pretenden no prestar el servicio, y si lo presentan no le entregan a los pacientes la totalidad de los medicamentos ni le realizan los paraclínicos que necesita. El régimen subsudiado que en un principio era la crisis más grande hoy en día es una bendición, están mejor los que tienen régimen subsidiado que quienes tienen una medicina prepagada.
El sistema de la salud terminó siendo manejado por la politiquería, de hecho, en los municipios, el alcalde se encarga de nombrar el gerente del hospital y pone un dinero de cargos a su amaño, siendo los hospitales la caja menor de los municipios y el mayor centro de burocracia de todos los administradores, en donde han acabado con el sistema con unos médicos mal preparados, remitentes y no tienen capacidad resolutiva, y todo lo derivan a segundos y terceros niveles congestionándolos y así acabando con este sistema.
360: Hay un temor por un sistema que también está con una corrupción interna, aunque no son todos los médicos, claramente, los corruptos, pero en el caso de Savia Salud este medio conoció que había una relación o colusión entre algunos médicos y empresas que hacían exámenes, y todos lo autorizaban, inclusive mandaban 30 exámenes más cuando realmente eran necesarios unos cinco, y terminaban desangrando, por ejemplo, entidades como Savia Salud. ¿También implica una gran lucha contra la corrupción?
J.I.R: El principal cáncer que tiene la salud en este momento es la corrupción, en donde los gerentes de los hospitales ni siquiera tienen autonomía, si no que dependen de la decisión del alcalde municipal. Los médicos de primer nivel, que deberían ser el primer peldaño en la solución del problema, no tienen capacidad resolutiva. A los médicos generales la gente ya no les cree, solo van a donde este tipo de médico buscando la remisión al especialista, que por cierto de estos no hay suficientes.
Esa corrupción abarcó toda el área de la salud. Los administradores de los hospitales hacen unas negociaciones escandalosas y por contratos que hacen directamente los alcaldes, con unas compras de medicamentos de manera indebida con unos sobre costos gigantes, los hospitales son los que entran a subsidiar las fiestas patronales de los municipios, algunos eventos sociales que se realizan sin que sean entidades aptas para eso, donde entran los hospitales a ser los que asumen costos de mantenimiento de vehículos y de personal de servicios generales e incluso de personal que no están dentro de la planta del hospital, sino que trabajan en las alcaldías. En tal sentido, la corrupción se ha entrometido en el sistema de salud de una manera aterradora.
Ocurre que los hospitales cuentan con ambulancias y hacen contrataciones con terceros para el transporte de los pacientes. Llevan médicos, a quienes les limitan su accionar; es decir, esta es una crisis muy grande y profunda. Hace poco estaba viendo que a Savia Salud hay entidades que le están facturando pacientes falsos, y hacen estas facturas de prestación de atención a ellos. Es muy grave la situación si se le suma que las compras de los insumos que no cumplen con los requisitos y no alivian a los pacientes; alianzas laborales con cooperativas que no cumplen con los requisitos y que no afilian a las personas como debe ser. La salud, con los recursos que maneja, se volvió el epicentro de la corrupción en este país.
360: Ahora, cambiando de tema, ¿cuál es su lectura como diputado y antioqueño de lo que sucede con Hidroituango?
J.I.R.: Hidroituango es el proyecto más ambicioso que ha tendio Antioquia en toda su historia, en donde íbamos a tener las posibilidades de una gran empresa que le iba a generar muchos recursos a su departamento para su funcionamiento y para su labor social. Realizaron una construcción en un sitio que al parecer tiene de base unas fallas geológicas grandes, las que pudieron superar inicialmente. Cuando ya empezó la crisis, desearon, según lo que tengo entendido, adelantar el proceso para comenzar a generar energía de una manera más rápida, y les dio por cancelar o sellar unos túneles de desviación, vieron que iban a tener serias dificultades y corrieron a contratar otros túneles en donde al parecer no les cumplieron con al norma para hacerlos, pues no tenían el recubrimiento asfáltico que necesitaban, y los habilitaron ya tarde teniendo la complicación de que esos túneles se taparon.
Todavía no se ha destapado casa de máquinas; hay incertidumbre sobre lo que va a pasar con el proyecto; siguen presentándose unas alteraciones en la zona de inundación en donde la falla geológica está haciendo de las suyas. Esperamos que este proyecto salga adelante así se demore, pero hay que decir que no hubo la información adecuada para la gente ni para el Gobierno. La realidad es que quisieron adelantar y se omitieron algunos procesos que eran fundamentales.
360: Faltando un año y medio para que termine el gobierno de Luis Pérez Gutiérrez y de su periodo como diputado, ¿en qué cree que se deben enfocar todos los esfuerzos del actual gobierno departamental y qué está faltando?
Hemos hecho hasta lo imposible para recuperar a Savia Salud pero no hay un compromiso del Gobierno Nacional y mientra este no lo tenga el Gobierno Departamental tampoco lo va a tener, y la condición actual la pagan los pacientes y la comunidad; en cuanto a la educación hemos querido aprovechar la construcción de parques educativos para el bachillerato virtual y para la Universidad Digital, aunque son instituciones que aún no despegan.
El gobernador debe concentrar su accionar en este año y medio que le queda en recuperar la salud, que es el problema más grande que tenemos en Antioquia en este momento.
360: En cuanto al nuevo Gobierno de Iván Duque, de su partido el Centro Democrático, ¿cuáles son sus expectativas en general acerca de esta nueva administración?
J.I.R.: Tengo el mejor de los conceptos de Iván Duque. Veo que es un hombre honesto, serio, responsable, juicioso, estudioso y capaz. Ha mostrado durante su campaña y ahora en su posesión ser una persona con unas condiciones excepcionales para el momento tan difícil por el que atraviesa este país, en donde una de sus principales banderas es corregir esos niveles de corrupción tomando unas medidas claras, pues es lo más grave que tiene el país. Está recibiendo en un deterioro franco, muy mal administrado por Juan Manuel Santos y su equipo, en seria crisis económica, política, a todo nivel, y que le ha incumplido por todos lados a los colombianos.
Con gran tristeza, vemos cómo le pusieron política a unos acuerdos de paz que todos los deseábamos, y nos condicionaron y nos pusieron a nosotros como enemigos de la paz, que fue mal negociada, con impunidad, con perdón y olvido, con una JEP que quiere redimir la condición de todos los guerrilleros y acusar, meter a la cárcel y podrir a los militares y personas que quisieron trabajar.