Un contrato que relaciona al SENA y Movistar ha cuadruplicado su costo en tan solo 10 años, abriendo la puerta a un posible caso más de corrupción.
Como ‘escándalo’ se ha calificado la licitación de $1.1 billones para proveer los servicios tecnológicos en las 254 sedes del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), contrato que ha duplicado su precio de una forma acelerada en un corto tiempo y que involucra a Telefónica Colombia.
El primer punto delicado de este panorama y que será desarrollado en este artículo es el precio y sobrecostos de la licitación. Fuentes indicaron a 360 que se han hecho alrededor de veinte adiciones y que el valor tuvo un incremento considerable.
Así como ocurrió con Reficar, se alertan errores porque se habla de un proceso cerrado en el que la pluralidad de oferentes no fue garantizada y al final se terminó beneficiando a un solo, único y mismo contratista que, curiosamente, ha ganado este proyecto en dos ocasiones de manera consecutiva. Además, hay distorsión sobre los sobrecostos y cronograma.
Los datos y cifras de este contrato muestran que ha crecido de forma exagerada en los últimos 10 años. Para 2012 el Sena pagó 285.000 millones de pesos para el mismo caso, pero en 2015 ya el costo llegaba a los 503.000 millones de pesos; en 2019 fueron 695.000 millones de pesos y en este último año, en 2023, el valor subió a 1.107 billones de pesos. Se habla de un 55% de aumento en estos contratos.
Según información recopilada, el contrato vigente ha tenido 20 adiciones que han representado, en valor, un 57 por ciento más de lo estipulado en el contrato original.
Es decir, el otrosí 1 arrojaba un valor de 682 mil millones de pesos, pero mirando en detalle los otrosí agregados, se evidencia que para el otrosí 10 ya el contrato tenía un valor de 692 mil millones; y para el otrosí 18, ya la cifra alcanzó los 990 mil millones, tal como lo demuestran estos documentos.
También, tuvo que hacerse una prórroga con la figura de ‘urgencia manifiesta’ que tuvo un costo de 210 mil millones de pesos por cinco meses, todo por no haber adjudicado la licitación antes del 31 de julio del año en curso. En la siguiente imagen se observa cómo este costo adicional incluye gastos por energía eléctrica, conectividad, internet móvil, mesa de servicios, datacenter, entre otros.
Lo último del caso es la respuesta del SENA, que en una escueta comunicación por la red social X afirmó que agregó un punto en el cronograma para hacer una profunda revisión a las observaciones que se han hecho a este proceso.
Lea también: Sistema Financiero presentó importante reducción en ganancias durante primer semestre